Especialista en relaciones "púbicas"
foto: jessica45 (pixabay)

Especialista en relaciones "púbicas"

Era jueves en la tarde. Estaba a punto de recoger mi escritorio y guardar mis cosas cuando recibo un correo de una colega con el asunto "Corrección de anuncio".

Resulta que en nuestro departamento estábamos buscando una persona para ocuparse de la edición de contenidos. Entre las responsabilidades descritas en el anuncio que colgamos en nuestra web estaba "velar por la impecable redacción" de nuestros textos.

Pero el anuncio que habíamos publicado pedía que los aspirantes tuviesen un titulo universitario en Periodismo o Relaciones "Púbicas", cuando debía decir Públicas, obviamente. "Parece que de verdad necesitamos a esa persona para editar nuestros contenidos", decía el correo de mi colega.

Inmediatamente levanté el teléfono para decirle a mi colega dos cosas. La primera -en broma- fue que yo, como responsable del departamento, sabía exactamente el perfil que necesitábamos para esa posición y que, en efecto, buscábamos a alguien que supiera de relaciones púbicas, no públicas.

Chistes aparte, lo segundo que le dije fue que le agradecía infinitamente habernos alertado de la equivocación. Inmediatamente hicimos la corrección, recogimos y nos fuimos a casa.

Ya había olvidado el incidente, cuando al día siguiente encuentro en LinkedIn que alguien había hecho un post para agradecerle a una colega que le alertó de un error.

Enseguida me di cuenta de la importancia y el valor de lo que había pasado en mi trabajo el día anterior.

La libertad de poder alertar a otros colegas cuando hay un problema, y la capacidad de admitir un error y corregirlo son muy poco comunes en los ambientes competitivos y hostiles en los que a veces se convierten las oficinas.

A veces por cuidar nuestro territorio dentro de la institución nos olvidamos de que estamos todos en el mismo barco, y que la equivocación de un colega también es mi equivocación y que nos afecta a todos.

Otras veces se impone la lógica de no admitir un error, o por lo menos tratar de desviar la culpa. Y en otros casos, peor todavía, el error ni siquiera se corrige, solo por no reconocerlo.

Yo no sé ustedes, pero a mi me gusta mucho más trabajar en un lugar donde los colegas puedan ayudarte a corregir tus errores y en el que equivocarse en "púbico" no sea algo para avergonzarse, sino un camino para que todos mejoremos. ¿Qué opinan?

Carolina González Arias

Periodista. Autora. Correctora. Redactora de contenidos. Ghostwriter

7 años

Cuando busques a alguien (eso sí, en línea) para "velar por la impecable redacción" de los textos siempre puedes ir a carolinagonzalezarias.com ;)

Leandro Rodríguez Linárez

Politólogo, Analista Político/Articulista (más de 1700 artículos publicados dentro y fuera de Venezuela) y autoproclamado embrión de poeta

7 años

Lo más importante es aceptar que cometimos el error, demostrar actitud de corregirlo (afrontar las consecuencias)y, sobre todo, evitar cometerlo nuevamente, por ejemplo, aprendiendo correctamente lo que se debió hacer.

María Victoria Ojea

Comunicación para el desarrollo

7 años

Totalmente de acuerdo! Larga vida al compañero que no copia a media oficina señalando un error, demuestra empatía y grandeza. Él o ella se puede destacar por su trabajo, no por señalar los errores de otros. Igual, tenemos que dejar de pensar que un error de tipeo es la gran cosa. Especialmente en web que se puede cambiar en un segundo. Peor es equivocarse en una estrategia de comunicación.

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