Gracias Toni Segarra por "Desde el otro lado del escaparate"

En segundo o tercero de carrera, hace ya 5 años, una profesora nos recomendó esta lectura. Me la compré motivado por sentirme más publicista. Saturado por exámenes y trabajos de clase nunca veía el momento oportuno para abrir sus páginas.

Ahora que nos encontramos en un momento de parón, desconexión y reconexión con nosotros mismo decidí retomar la lectura. Sinceramente no creo que lo haya hecho tarde ni pronto, sino justamente en el momento adecuado:

1. Porque estoy saturado de otras noticias y me resulta más sencillo prestar atención a todo aquello que me haga desconectar.

2. Porque ahora tengo mayor madurez para entender las ideas que propone Toni Segarra.

3. No tengo demasiada experiencia como para que me parezcan aburridas las ideas, ni tan pocos conocimientos como para perderme en las explicaciones. Aunque Toni Segarra se dirija en especial a los recién graduados creo que es un libro para cualquier tipo de profesional comunicador, ya que asienta las bases de la profesión y propone debates para reflexionar.

Toni expone un concepto de agencia tradicional y generalizado basado en sus orígenes y que los más jóvenes desconocemos, pero muchos soñamos con volver a él. Son muchos los referentes publicistas que nos han relatado sus batallas en esas agencias de los ochenta, de una forma tan apasionante, que a nosotros solo nos sobran ganas de experimentar esa misma emoción.

Por otro lado, Toni lanza una llama en contra de todo aquello que nos incita a especializarnos. Propone que la especialidad empequeñece y aunque en primera instancia es necesaria, sobre todo por su facilidad, con el tiempo, la experiencia y la madurez debemos regresar a una visión más general y completa de lo que es la publicidad.

También dedica unas cuantas líneas a luchar contra el sentimiento de culpabilidad de muchos publicistas. Se popularizó un tópico el cual tildaba de manipuladores a los profesionales de la publicidad y aunque Toni no lo niega, sí invita a que no agachemos la cabeza por ello. Los médicos manipulan para concienciar de lo perjudicial que puede llegar a ser el tabaco. Greenpeace hace que nos demos cuenta de la importancia de los bosques. Y los publicistas comunican al servicio de sus clientes. El significado peyorativo al verbo manipular se lo ha dado la sociedad.

Esto son solo alguna de las ideas que he querido resaltar, sobre todo por la incidencia que han provocado en mí. Además, Toni acompaña toda la lectura con un recital de las figuras más importantes de la profesión para que tengamos unos referentes más certeros, tanto internacionales como nacionales.

«La idea no es absolutamente nada hasta que no existe» 

Con esta frase que he extraído y convertido en mi mantra de 2021 finalizo.

¡A disfrutar publicistas!