Estándar ≠ Eterno
¿Cuáles son los formatos estándar de archivos digitales? Lo que toque en cada momento de la historia. Los estándares no son eternos, y menos en el mundo digital. Veámoslo con el caso de las imágenes.
Una de las cuestiones recurrentes que surgen en mis cursos de formación es la de plantear qué formato es el estándar de (lo que sea). Por ejemplo, en el caso de la imagen digital, suelo preguntar a mis alumnos ¿Cuál es el formato estándar para las fotografías? En promedio, la mayoría suele responder "¡el JPEG!". En segundo lugar, la respuesta escogida es el formato RAW. Y luego, ya en proporciones muy minoritarias, un ramillete que comprende desde el TIFF al BMP o PNG.
Más adelante argumentaré la respuesta más correcta.
Lo que hace que la gran mayoría responda que el JPEG es el formato estándar, es debido a que es el formato más usado y extendido desde hace décadas. Estamos habituados a que desde las primeras cámaras digitales éste sea el formato escogido por los fabricantes, lo cual se ha ido extendiendo con el advenimiento de los Smartphones, las cámaras digitales de fotografía más populares con mucha diferencia. El formato JPEG es el que permite almacenar más cantidad de archivos con la mayor calidad, debido a su gran eficacia a la hora de comprimir fotografías, que no gráficos, ya que la eficiente compresión del JPEG es destructiva. Dicha destrucción de la información es prácticamente inapreciable en el caso de fotografías en color, es decir de imágenes reales. En el caso de gráficos o ilustraciones, la cosa cambia y dicha destrucción puede ser apreciable y reducir de forma significativa la calidad de la imagen en cuestión.
Sin embargo, la ubicuidad y estabilidad en el tiempo del JPEG hizo pensar, con razón, que éste era el formato estándar de imagen digital. La realidad, sin embargo, es muy distinta.
Un formato de almacenamiento de imágenes cuya compresión destruye parcialmente la información de dicha imagen, no es un buen candidato a ser un estándar universal. Otros formatos no destruyen la imagen, pero carecen de compresión (el tamaño de los archivos es mayor) o comprimen usando algoritmos privativos en lugar de ser de dominio público, lo que los hace también malos candidatos.
Lo lógico es que el formato estándar sea el equivalente a los negativos en la fotografía analógica, algo que conserve al máximo la información capturada por la cámara digital, algo que apunta al formato de Camera RAW. Pero resulta que hay casi tantos formatos de imagen RAW como fabricantes de dispositivos, que controlan sus características, lo que dificulta que éste sea también un formato estándar universal. En este sentido, existe la iniciativa desde hace años para usar un formato RAW universal, que no dependa de ningún fabricante específico, y que es el formato DNG (negativo digital); que ha tenido una implantación digamos que algo discreta.
Además, al no aplicar ningún tipo de compresión, el tamaño de los archivos RAW es considerablemente muy superior al de las imágenes JPEG, lo cual ha permitido que este último haya seguido siendo un estándar de facto de imagen digital por muchos años. Y parecía que ésto iba a ser así per sæcula seculorum.
Pero los estándares no son eternos, tan solo gozan de un periodo de tiempo de aceptación y popularidad, ya que son estándares de facto, no existe ninguna ley que imponga que el JPEG deba ser el estándar de iure, es decir, el que todos debamos aplicar por sistema.
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Y cuando parecía que el JPEG iba a ser dicho estándar, de pronto se giró la tortilla. Recuerdo que, de un día para otro, mi smartphone Android se actualizó durante la noche y al día siguiente seguía funcionando con normalidad; salvo que desde ese día las fotografías que disparaba ya no se convertían en archivos JPEG si no en documentos de extensión .heic , para mi sorpresa y desconcierto.
El formato HEIC o HEIF (High Eficiency Image File Format) es un formato desarrollado por el mismo grupo de expertos detrás del formato MPEG de vídeo, y que fue adoptado al inicio por Apple como formato de imagen para sus dispositivos iPhone y Mac, ya que permitían una calidad mayor de las imágenes con un tamaño de archivo mucho menor. En muy poco tiempo, dicho formato está siendo adoptado por todo tipo de dispositivos más allá de los de Apple. Es posible que en muy pocos años el JPEG se haya abandonado por completo como formato "legacy" (heredado, antiguo) y el HEIC sea el formato por defecto para todo aquél cachivache que tenga la capacidad de capturar y almacenar imágenes en color.
Y entonces ya nadie se acordará del JPEG, y parecerá que el HEIC es el nuevo estándar de facto inamovible que durará muchos años. Hasta que llegue el siguiente. Y nuestros hijos (si los tenemos, o si no cualquier tipo de descendiente) tendrán todo su catálogo de fotos en HEIC, y serán quizá incapaces de rescatar las fotos de cuando eran bebés, y que estaban en JPEG.
En un asunto que, quizá, debería inquietarnos algo. La pérdida irreversible de los recuerdos debido a que se capturaron únicamente en formato digital. Con toda la volatilidad que ello implica. Los estándares no son eternos.
¿Te inquieta a ti también?
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Ignacio, muy interesante tu exposición y entendible, considero que es muy importante tener el control sobre nuestros datos, y cuidar el tipo de almacenamiento que mantenga la compatibilidad o que existan procesos de upgrade, La información comienza a envejecer y no podremos acceder a ella, perdiendo mucha riqueza Creo que se abre una oportunidad de negocio
Freelance illustrator
12 mesesvideo killed the radio star
Project Manager IT - PMP
12 mesesPor estas razones les digo a mis hijos: captura el momento en tu cabeza y luego si quieres, haz la foto o video.
Solution Consultant en Adobe
12 mesesNo me inquieta en absoluto