ESTE ES EL PRIMER GRAN ERROR EN LOS TEXTOS DE TU CONSULTA.

ESTE ES EL PRIMER GRAN ERROR EN LOS TEXTOS DE TU CONSULTA.

Hace un tiempo conocí a Patricio. De él me molestaba algo en particular: hablaba siempre de sí mismo.

Como es natural, yo también tenía cosas que contarle. Hubiera querido ser escuchada, recibir una palabra de consuelo, una simple atención pero no sucedía.

Patricio no me escuchaba. Después de pocos segundos me interrumpía diciendo que también a él le había pasado esto o aquello y me contaba alguna anécdota relaciomada con la mia..

Entonces mientras lo observaba me decía: ¿Y por qué me cuenta de él si yo le estaba hablando de mí? Era mi turno.

De ese modo me quedaba sin poder desahogarme, yo que era el paño de lágrimas para sus problemas.

Y no es que Patricio lo hiciera adrede, nada de eso. Pienso que ni siquiera se daba cuenta.

Lo que pasa es que existen personas que concentran su vida en la propia y no son capaces de ver la de los demás.

Hay que admitir que dan la impresión de creerse el centro del Universo y de verte a ti como una nulidad.

Es como si creyeran ser los protagonistas perennes de una pelicula y los demás, actores insignificantes del guión.

Cuestión de Ego? Quizás. A lo mejor todo lo contrario, pero eso dejémoslo a un psicólogo.

Lo cierto es que no causan un buen efecto.

En mi vida he conocido a varias personas como Patricio.

¿Y si te digo que los textos de muchas consultas médicas son como él?

Deberían dejar de hablar tanto de ti.

En realidad, quien llega a tu página desea conocer otras cosas y con relación a ti necesita tan solo la información indispensable para poder considerarte una autoridad, un experto en tu sector.

En cambio quiere ser escuchado, es su momento, no el tuyo y le hace falta tu atención para que le resuelvas algo.

Bien. Imagina tu página web como un circulo dividido en 4 cuadrantes, donde solo la mitad de uno de ellos es la tajada que te corresponde.

¿Entonces en qué se debe concentrar el resto?

Para responder debes enfocarte en 3 aspectos:

  1. Para quién trabajas.
  2. Por qué te necesita.
  3. Cual es la solución que le ofreces.

Claro que sí.

El protagonista de tu contenido publicitario no eres tú. Es TU POTENCIAL CLIENTE!

HABLALE DE RESULTADOS

Empieza por describir su problema para que se vea identificado y dile claro la solución que le ofreces, haciendo énfasis en los beneficios.

NO SE LA PONGAS DIFICIL

Hazlo sin enredos ni regodeos, en el modo más claro y simple posible, sin tecnicismos.

La razón es una: las personas son vagas para las cosas complejas y no quieren perder tiempo teniendo que descifrarlas.

Y sobre todo díselo enseguida, lo debe leer apenas aterriza en tu página, debe encontrar al momento lo que busca.

Pues si. Es él el verdadero héroe de tus textos: tu lector.

Y vale decir que le encanta serlo, porque tiene un problema y encontrar la solución es el motivo por el que te ha buscado.

No será ver tu larga biografía en primera plana lo que lo atraerá.

No serán tus títulos, tus máster o el cuánto te gusta tu trabajo lo que lo hará quedarse.

Mirémoslo así: tu potencial cliente en realidad no busca a ti, busca solo tu solución para él.

Escúchalo, consuélalo, sé su salvador.

Mabel, copywriter.

@copywritingdesalud Copy para redes.

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