#ESTRATEGIA ALTERNATIVA QUE ADOPTARÍA SI FUERA EL Sr AMANCIO ORTEGA.
#SOLUCIONES VIABLES EN TIEMPOS DE UNA PREOCUPANTE CONCULCACIÓN DE #PRIORIDADES.
Se ha reventado el tema hasta el hartazgo. Se ve que toca restar energía a los votantes y entretenerles con algo de teatro de mal gusto. Así que se ha puesto en paralelo la escenificación de la donación que en forma de un mecenazgo muy potente ha ofrecido este destacado empresario. Alguien que por contra de lo que aseveran quienes desde una errónea percepción que ve unos números muy difíciles de procesar, contempla esa cantidad como una bagatela si establecemos una comparación con la integridad de su patrimonio.
¿Quien si no es una persona con el potencial para hacerlo puede acometer una generosidad de semejante magnitud?
Quienes critican, evidentemente, NO.
La cuestión sensible no es el tema fiscal en sí, como el modo en que se ha puesto al descubierto el tema salud-vida.
Tras esta experiencia en la que parece que el argumento principal para quienes por un tema de populismo de remoción y desorientación denostan algo que en su puñetera vida serán capaces de hacer, se me ocurre de plano una sencilla estrategia que de ser el Señor Ortega podría plantear para despejar dudas y clarificar de forma sólida esta y sucesivas aportaciones y no precisamente en el sentido de la retirada de la iniciativa.
Es un poco como el caso de Donald Trump. Muchos se ponen las manos en la cabeza cuando realizó su inmersión en la política, sin embargo, para un empresario a quien el dinero solo representa redención semejante actitud sólo representa un gesto de generosidad. Si nuestro país tuviera políticos que están por encima del dinero y no buscando el posicionamiento oportunista, otro gallo cantaría.
LA ESTRATEGIA:
1-El caballero, por los motivos que sea, decide donar otra tanda de cientos de millones de euros. Muy bien.
2-Los agitadores que por arte de magia se convierten en magos de las finanzas y materia fiscal saltan como es de esperar desde su fundamento reflejo de agitación popular.
3-Don Amancio Ortega presenta un documento notarial y lo pasa por registro público.
CLÁUSULAS MACHACANTES:
Dicho documento establecería que:
a-Renuncio a las deducciones fiscales que por ley me corresponden como consecuencia de la donación realizada
b-Sin embargo no empiecen a salivar nuestros estimados políticos porque hay una cláusula muy chula con la que no tendría piedad: Aquí nadie salvo los beneficiarios que el donante establece, nadie chupa un céntimo...No hay comisionistas ni intermediarios. Ahora viene lo bueno:
c-La aceptación de dicha donación por entidades públicas, privadas y concertadas implica que ese dinero que se aplicaría a la mencionada exención fiscal debe reinvertirse en su totalidad en un proyecto concreto que el donante establece expresamente, Por ejemplo, Investigación en el mal de Alzheimer, por ejemplo y ya sea de paso, positivo. Es una sugerencia. Y así sucesivamente con el tracto sucesivo de las deducciones decrecientes derivadas que se reinvertirían en esos fines benéficos. Ni más ni menos que una disposición asimilada a un testamento que hay que acatar con consecuencias jurídicas bien tipificadas para garantizar el debido cumplimiento del acuerdo de manera que quien acepte una de dos:
-O acepta porque actúa de buena fe.
-O rechaza porque teme a las consecuencias de la falta de experiencia, exigencia y rigor que representa gestionar ese compromiso.
Ambas posiciones en sus contrarios son muy reveladoras.
Como se suele decir, nada tiene que temer aquel que actúa de buena fe.
d-La aceptación de ese pacto conlleva un compromiso por el organismo aceptante de una garantía de la interposición de una querella criminal por malversación de esos recursos si no se respetan los términos al pie de la letra.
e-Si nuestro país sigue con la misma actitud, establecería un acuerdo con países más abiertos en el seno de la Unión Europea, incluso Inglaterra para albergar la maquinaria y poder fletar pasajes a esos países de españoles que con carácter prioritario necesiten tratarse con unos derechos establecidos de uso compartido del equipamiento que representa la inversión pro bono realizada.
¡Ale! ¡Arreglado caballero!
Se ata en corto a los carroñeros con un freno potente y aquí que hacer el bien sea algo que agradecer y no un pretexto para oponer obstáculos. Un enclave cooperativo entre el sector público y privado es un motor de progreso real. No hay motivo para poner cortapisas a la esperanza de vida a menos que se hagan felices fomentando un estado de miseria y malestar. Estado y ámbito privado deben funcionar como una sinergia, no como un caos basado en la división gestada por los agitadores profesionales.
Una medida de este tipo tal vez animaría a más donantes. Es difícil empatar al número 6 de la Lista Forbes, pero entre eso y nada hay un amplio rango de personas con posibles y concienciadas que podrían darle un empujoncito a este país que cada vez parece empecinarse en abocarse al absurdo.
Tony Socias.
Escritor y docente.