Estrategia de Datos, de los pits al corporativo
Un buen símil para comprender la importancia de incorporar la ciencia de datos en las compañías es el mundo del automovilismo de élite. Si bien en muchos deportes de alto nivel es fundamental el trabajo de los diferentes especialistas que le colaboran al deportista, los pilotos profesionales deben sus triunfos en gran medida a esa tarea poco conocida y muy reservada que realizan ingenieros, mecánicos y directores técnicos, quienes sacan el máximo provecho de la Data que recopilan a través de la telemetría.
La idea de incorporar dispositivos y sensores en los monoplazas de la F1 para que registren, graben y transmitan información del vehículo a una central comenzó a implementarse en forma significativa en la década de los noventa. Desde entonces, a la par con el desarrollo de los componentes electrónicos, las escuderías han tenido que sumar una legión de ingenieros y procesadores de datos, quienes gracias a su gestión, permiten que quienes toman las decisiones en los pits conozcan en detalle hasta el más mínimo parámetro técnico al interior del bólido e incluso del entorno del mismo, incluido el piloto.
Las carreras de Fórmula Uno o de la IndyCar en ocasiones se ganan por ajustados márgenes de milésimas de segundo y si bien, es el piloto quien bebe el primer trago de champán para celebrar el triunfo, el resto de la botella (salvo una buena cantidad que se suele arrojar a la tribuna) la comparte con todo el equipo, un ritual sutil que bien podría servir de metáfora para dimensionar en forma proporcional la importancia del team en cada victoria.
En la pista cada personaje cumple una o varias tareas específicas y alinean su trabajo a partir del flujo de datos que les provee la telemetría, esto permite que al presentarse una eventualidad resulta más fácil y rápido encontrar la falla y tomar el correctivo respectivo. Sin embargo, esto no pasaba 25 años atrás, cuando prácticamente solo se dependía de la capacidad de manejo del piloto y de su talento para superar las contingencias que se presentaran en una carrera.
El punto es que si Mercedes AMG Petronas F1 Team no hubiese tenido toda esa Data a disposición en los últimos años, es muy posible que Nico Rosberg o Lewis Hamilton no habrían podido vencer ni siquiera a los pilotos de las escuderías más pequeñas. Retomando la analogía, para facilitar que el presidente o el CEO beba el champán de la victoria (cumplir los objetivos trazados), todas las áreas de la corporación deberían orientar sus esfuerzos a partir de las decisiones que se tomen tras procesar y analizar la Data recopilada.
Lo importante es recordar que, así como en las pistas, el triunfo corporativo no depende solo de la habilidad de manejo de un directivo; de hecho, está demostrado que en ambos contextos, por encima del talento individual, es cada vez más relevante tener la información pertinente, precisa y oportuna para tomar las mejores decisiones.
La estrategia de una carrera o de una estrategia corporativa se orientan a partir de tres fuentes de datos: First Party Data, Second Party Data y Third Party Data. En la analogía automovilística, el monoplaza suministra ese primer nivel de información propia o nativa, integrada no solo con los datos de la telemetría, sino también con las muy valiosas observaciones del piloto, cuya sensibilidad y capacidad de percepción son el mejor complemento de cualquier sensor o sistema de captura de anomalías, en el entorno corporativo este tipo de datos hace referencia a los datos generados por la empresa y los empleados.
El segundo componente o la Second Party Data en un bólido de carreras podría ser la información que proviene de agentes externos, como el canal del clima. En este caso, se busca un aliado confiable, reconocido y capacitado, que aporte ese tipo de información que no es propiamente del entorno natural del negocio, pero que resulta crítica en determinadas circunstancias; por ejemplo, el clima. En toda carrera, conocer con cierta antelación las condiciones climatológicas es fundamental para determinar la estrategia de carrera, pues de ello dependen aspectos como la elección de las llantas y el número de detenciones en zonas de pits.
El tercer factor que aporta Data a la ecuación automovilística también es externo y corresponde a la pista. En este ejercicio, la Third Party Data considera información sobre accidentes, condiciones físicas del trazado y las eventualidades que se pueden presentar en el circuito. El equivalente en el mundo corporativo de esta fuente podría ser la información de los fundamentales macroeconómicos nacionales e internacionales.
Es importante tener claro que cada uno de estos tres microcosmos de información tiene una dinámica propia, en consecuencia, todo ese flujo de datos debe alinearse en forma diligente para que lo obtenido allí genere valor, en lugar de destruirlo.
Continuando con la analogía se puede advertir la importancia que tiene este flujo de información en la vida real. Para ello imagine que está en la zona de pits de alguna escudería de F1 en el desarrollo de un Gran Premio, específicamente en la sala de telemetría. Esta área no tiene el glamour del resto del Paddock Club (la zona VIP más exclusiva de un GP, reservada para invitados especiales), pero de seguro es más interesante para quien quiera vivir la emoción de la máxima categoría.
Varios ingenieros están sentados frente a numerosas terminales y monitores, en donde aparecen gráficas y retumban señales de audio; los hombres reparten su atención entre los datos que arrojan en forma permanente más de 1.200 canales de información y las imágenes de la carrera que transmiten los numerosos televisores adecuados en el circuito cerrado. Enfundados en sus uniformes, los jóvenes técnicos, llamados data agent, se ven ocupados, pero relajados, salvo uno… Mientras la atención se centra en un sobrepaso exitoso de uno de los pilotos de la escudería y todos lanzan gritos de aliento y entusiasmo, el joven no despega la mirada de un monitor en particular. Una línea blanca registra la velocidad, una roja hace lo propio con el uso del freno, la amarilla indica el punto de aceleración y otra verde muestra el ángulo de giro del volante en cada curva.
El data agent detecta que el trazo de las líneas rojas de las últimas vueltas no conservan la forma de cúpula de las anteriores y notifica de inmediato la novedad al ingeniero de pista, quien solicita su presencia en el pit wall, esa cuadrilla tecnológica que está en el “frente de batalla”, justo al frente del box, y en donde los jefes de ingeniería y el director deportivo de la escudería planean la estrategia a partir de las condiciones de la carrera y rezan para que ningún impasse, como el que recién reportan, afecte sus planes.
La moraleja en esta hipotética historia es que, a diferencia de una empresa, cuando los responsables de una escudería detectan una falla o un inconveniente en pleno GP, no pueden esperar hasta el próximo comité corporativo para hacer el anuncio y decidir las medidas a tomar. No, en la máxima categoría del automovilismo, con la misma rapidez en que se detecta una eventualidad, en esa misma proporción se toma una medida. Precisamente, es ese diligente ritmo de gestión el que le permite a la Fórmula Uno ser uno de los escenarios de desarrollo tecnológico más avanzados de la industria automotriz del momento.
Otra conclusión que se puede obtener de este ejercicio creativo es que con la generación, manejo y análisis de Data se obtiene el mejor sistema de alarma temprana de riesgos, gracias al cual, en el caso corporativo, permite que el gerente encargado y su equipo hagan los ajustes necesarios para triunfar en el mercado, con las escasas milésimas de segundo que se le pueden sacar a los competidores actuales.
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Estadística, Analytics Machine Learning Models, Leadership, Agile, Educación.
5 añosInteresante metáfora la que plantea el autor. Puedo concluir, de esta excelente comparación lo que parecería evidente: Sin datos no puede haber análisis o artefactos de datos. Esta supuesta banalidad resulta trascendental para las modernas plataformas analíticas: el objetivo de conectar diferentes fuentes de datos ('Firs party data',...) y desarrollar nuevos casos de uso completos y no islas. Como en el ejemplo de maestro Neira, no se trata de casos aislados sino de intercambio dentro de la empresa.
Experto en Estrategia y Analítica Digital orientada a IA y CX/UX | Consultor, Profesor y Autor de Libro | Podcaster
5 añosMuy buen artículo, gracias por compartirlo.