¿Estudiar e invertir en comunicación es realmente importante?

Desde hace algunas semanas me encuentro emprendiendo unos proyectos de comunicación con algunos amigos, en los mismos, tenemos muchas personas muy talentosas, pero... no todas son comunicadoras. Cuando nos proponemos entablar un nuevo proyecto o añadir recursos para un proyecto andante, muchas veces nos encontramos con estos talentos valiosos de dominio de público, calidad de producción, de contenido, organización en fin, un proyecto esta destinado a ser un éxito en el ambiente que sea. Pero muchas veces, el resultado es un proyecto increíble, sin nadie que lo compre o conozca sus beneficios pero ¿porqué pasa esto? Creo que todos los comunicadores nos hemos enfrentado a esa persona super inteligente, con doctorados o ese clásico ingeniero que conoce de punta a punta un tema que desarrolla y ¡Cuántas veces nos han mencionado que no se tienen los recursos necesarios para llevar a cabo una estrategia de comunicación decente! o, que simplemente, no quieren invertir recursos humanos, tiempo, etc. Que escribamos un artículo en redes y ya, o enviemos a un periódico aspirando netamente a nuestro talento redactor que ojo, es un buenísimo componente, pero, ¿porqué es tan difícil dar a entender la necesidad de una comunicación de calidad? Hemos visto como este sector de la industria ha tomado un auge en los últimos años, y las empresas más exitosas, gozan de tener departamentos de comunicación gigantes. A su vez, es bien conocido que la producción de una película, puede ser tres veces menor al precio de su divulgación para garantizar el éxito de la misma pero, ¿porque pasa esto? Creo que muchas veces hemos menospreciado el valor de una buena comunicación, conocer tus públicos objetivos y más allá de una linda producción, entablar una relación con esos públicos interesados en que el proyecto sea un éxito o un fracaso. Es nuestra responsabilidad como comunicadores, enfrentarnos a esos grandes monstruos que aunque nos necesitan, a veces no conocen el valor y éxito que promete un buen proyecto, de la mano de una buena estrategia de comunicación... Esto, sin dejar de lado los principios que identifican a la marca porque muchas otras veces podemos ver estas estrategias increíbles de comunicación que simplemente, por no estar adecuadas a su público, terminan en otra decepción. Somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de dar valor a nuestro trabajo y años de estudio invertidos, no regalar nuestro trabajo y sobre todo, educar a quién podamos para evitar estos desastres de comunicación.