Evolución del empleo

Día a día cambian las necesidades de las empresas, hay que adaptarse, formarse, volverse a adaptar, y en general seguir adelante.

Hasta aqui bien. El problema viene cuando hay que buscarlo desde fuera. Más aun sea por tener una edad limitante o sea por tu experiencia la que tiende a encasillarte.

Pero también está el problema de como buscan los nuevos perfiles, mucho hablan los seleccionadores de que se busca aptitud y actitud, pero al final solo se buscan puestos bajo los criterios antiguos, de títulos y tareas a las que ya conocían. Ellos mismos tratan una evolución con unos métodos antiguos. Además, con suerte tienen 30 segundos para ver cada perfil, sin contar los filtros que hayan antes. ¿Cuántos buenos trabajadores, que tienen otros perfiles, se quedan tirados al no pasar los cortes preestablecidos?

Al final por mucha adaptación, por mucha formación, por mucha aptitud y actitud que tengas, al final se optine la mediocridad. No se paga por ser eficiente. (Bueno, muchas veces ni se paga el justiprecio). Las personas que rinden en su trabajo son propensas a terminar sofocadas por su propia eficiencia. Los jefes imponen más carga laboral a quienes hacen bien su trabajo, lo que hace que se sientan más agobiados en comparación con los menos productivos. Llegando un momento en el que se queman, porque no es justo que se les ponga más carga que a los demás por ser mejores, sin reconocerles sus méritos.

NO SE PUEDE CUADRAR EL CIRCULO. PONGAMONOS DE ACUERDO.

Matizo, en algunas empresas si se consigue. En esas en las que se vela por que el trabajador cobre un justiprecio y tenga una evolución, en las que se les forma y se atiende a sus necesidades. Lástima que haya pocas, y además son las que más críticas reciben de la administración.