Hola amiguitos de la fauna empresarial. Me escribe un niño que, como yo, tiene síndrome de Diógenes, desde un bonito pueblo de Cantabria. Es un gran seguidor de estos documentales de fauna empresarial y me pide que escriba sobre el jefe-mula con anteojeras. Me dice que cada vez los ve con mas frecuencias en los prados de las empresas cuando se aventuran a salir de su establo-despacho para conocer el mundo exterior.
Como su nombre indica este jefe es además una mula, y una mula de las que llevan anteojeras. Voy a explicaros sus rasgos mas relevantes y sus hábitos como mula primero y después como animal con anteojeras que solo ve en una dirección:
- Es esteril. Como todos sabéis, niños, las mulas son estériles porque son hijas de un burro y un caballo. Si no lo entendéis les pedís a vuestros papás que os expliquen lo de la semillita o lo de las abejas. El caso es que estos jefes son estériles. Por mucho que se empeñen en eso que empieza por j, en fastidiar la vida a los demás, no logran los resultados que esperaban. Pero, como le pasa a la mula, la culpa nunca es suya, es de sus padres o de otros jefes o de otros empleados. Su esterilidad se manifiesta en la ausencia de ideas, soluciones, propuestas...
- Es un híbrido de caballo listo y de burro tonto. Por eso algunos son muy guapos, fuertes, activos e inteligentes y otros todo lo contrario. Es mejor los que han salido mas a caballo salvo que den coces de manera imprevista, que muchos lo hacen. También están mejor porque suelen tener un destino claro y tratan de llegar a él. Los que salen a burro pueden tener miedo de que los demás descubran su poca inteligencia (mis seguidores empollones gafotas ya saben que esto se llama síndrome del impostor). Este miedo les lleva a actuar siempre a la defensiva incluso antes de que les digan nada o a demostrar en cualquier discusión, aunque todos piensen como ellos, que su opinión es mejor y diferente. También pueden tener tendencia a dar vueltas y vueltas a lo mismo, como los burros de noria. Uno se cree que el tema ya estaba cerrado pero ellos siguen y siguen...
- Tiene las orejas muy grandes pero no escucha. Debe ser por ser a su vez un hibrido de mula y jefe. El caso es que aunque parezca que están siempre escuchando o al menos podrían en el fondo tienes sus grandes orejas tapadas con el cerumen de la arrogancia. Por eso a veces es mejor poner las cosas por escrito pero con mucha educación y sin que se note que nos hemos dado cuenta de que son unos burros.
- No saludan a nadie porque no ven a nadie alrededor. Es la mejor forma de reconocerlos. Caminan con decisión y coraje (como en la canción latina) sin saludar a ninguno de sus empleados con los que se cruzan. Si ya no tienen mas remedio porque los tienen justo delante o se dirigen a ellos, entonces, superada la sorpresa ideal, son super amables y simpáticos. Pero todo como muy artificial, las mismas bromas para todos, las mismas frases ingeniosas, y, no se sabe muy bien por qué, la misma carcajada nerviosa y sin sentido echando el cuerpo hacia detrás. Debe ser un resto de sus antiguos rebuznos.
- Solo tienen un punto de vista, el suyo. No hay ninguna alternativa posible a su visión de cualquier problema. No es necesario explicarlo mucho...
- Lo suyo es una constante huida hacia delante. Nunca consideran el pasado ni miran atrás para conocer lo que hicieron bien los que les precedieron. Nunca admiten errores ni mucho menos los resuelven. En vez de eso siguen avanzando y persisten en ellos hasta que creen que nadie se ha dado cuenta. En eso se parecen al escarabajo pelotero ya que la bola de excremento del primer error va creciendo a medida que avanza.
- Usan anteojeras apple. Como en el dibujo usan sus móviles como anteojeras. Generalmente son Apple por ellos son muy guays y les van los productos exclusivos que generan reconocimiento. Para evitar saludar o pararse a responder a quien les dice algo, hacen como que van hablando por el móvil. Una vez, yo mismo pude ver como a uno le sonaba el móvil mientras hacía que estaba hablando.
- A pesar de todo lo anterior, pueden reconocer y atender la voz de su amo. El mismo empeño que ponen en ignorar a sus colaboradores lo ponen en reconocer a sus amos. A ellos les ven no solo cuando están a los lados, sino cuando están detrás, cuelgan las llamadas de mentira cuando se los cruzan y se adhieren de inmediato a sus opiniones aunque acaben de decir justo lo contrario antes de que hablase el jefe.
Pues bien amiguito de Cantabria ya ves que ha dado mucho de sí este animalito que me propusiste. Además te he copiado sin piedad todas las ideas que me habías dado. Te lo agradezco mucho.
Y para los demás niños que seguís mi trabajo tengo un consejo sobre estos animales. Haced como que no existen o van a complicaros mucho la vida.
Directora de ventas Grado & Postgrado presencial internacional
1 mesQué maravilla, has descrito a la perfección una tipología que he vivido y le reconozco en cada párrafo 🫣
Vicedecana de Gestión Académica y Calidad de la Facultad de Derecho, Empresa y Gobierno
1 mesComo la vida misma
Profesor doctor de grado, postgrado e in company. Consultor de Estrategia. Orientador de estudiantes y jóvenes profesionales. Experiencia en dirección general.
1 mesPerfectamente descrito, Jose María Peláez Marqués, PhD , y, lamentablemente, mucho más habitual de lo que podríamos pensar.
Chief Revenue Officer | Marketing, Ventas y Experiencia del Alumno
1 mesSi no andas con cuidado pisan o pueden dar una coz