Filosofía del vivir
Control mental: Esta es la continuación de los dos artículos anteriores en los que se dijo que ese control consta de varios pasos: el primero es la concentración y el segundo es la selección de los pensamientos que buscan introducirse a la mente. El tercero consiste en impedir que complejos y parcialidades de varias clases produzcan distorsiones en la mente.-
Así, cuando una persona desarrolla un prejuicio sobre cualquier asunto se produce una transformación peculiar en su mente, la materia mental deja de circular libremente y se establece una condición insalubre, con el resultado de que la mente pierde la capacidad de pensar clara y correctamente sobre ese asunto. Si la cantidad de prejuicios de esa clase es grande y la mente se distorsiona mucho, queda considerablemente limitada su capacidad para actuar sanamente.- Lo mismo ocurre con los complejos de cualquier tipo.- Hay que disolver todos esos prejuicios y complejos, abrir y liberar la mente para que pueda servir realmente como instrumento de la labor mental.-
Sabemos el efecto tan entumecedor que los prejuicios y complejos de varias clases ejercen sobre la actividad mental, incluso en cuestiones relacionadas con la vida ordinaria y como estrechan la perspectiva. Hay que desenmarañar sistemáticamente todos esos nudos de la mente si se quiere tener un instrumento sano y confiable para la labor mental.-
La presencia de estas tendencias en la mente modifica en mayor o menor grado cualquier pensamiento o punto de vista que se presenta ante la misma. La impresión mental que se produce en la conciencia no es la que debiera un pensamiento que entrara en su estado puro, sino que es afectada por las tendencias ya presentes en la mente. Por tanto es obvio que si no podemos eliminar o mantener en suspenso las tendencias ya presentes en la mente, antes de recibir el pensamiento de fuera, jamás podremos ver la cosa o tema representado por ese pensamiento como realmente es, sino modificado por nuestros mismos pensamientos. Es necesario mantener en suspenso o neutralizar las tendencias activas o latentes en la mente, para tener lo que se llama una mente abierta. La mayoría de la gente vive poniéndose toda clase de anteojos de color y mirando todo a través de ellos, sin darse cuenta siquiera de que hay algo falso en su visión de las cosas y personas que las rodean. Cuando estas parcialidades se establecen y se vuelven específicas, surgen los prejuicios más absurdos que encierran la visión dentro de un marco muy estrecho, que ofuscan la mente y que a veces nos ciegan prácticamente acerca de algunas cosas en particular.- (Extractado del libro "La renovación de sí mismo y la realización por sí mismo" de I. K. Taimni).-