Financiamiento a infraestructura
Cercanos a pensar que debido a la incertidumbre que genera el periodo electoral, se reducirán las emisiones de capital y la actividad del mercado, se produjo la emisión del Fibra E de CFE a principios de febrero por aproximadamente 16 mil millones de pesos. De acuerdo a los detalles de prensa, ésta tuvo una demanda de 2.5 sobre el libro y se suma al primer Fibra E que tuvimos en el país hace ya un tiempo, Pinfra, y que encuadra una carretera.
Fibra E representa un vehículo cuyo principal propósito es el poder canalizar recursos a proyectos en el sector energético sin al mismo tiempo provocar mayor apalancamiento en entidades clave como son CFE o PEMEX y puede tener la opción de alcanzar inversores externos interesados en el sector y el dinamismo que proyecta. En consecuencia, un concepto interesante es el poder monetizar activos o proyectos.
Sin embargo, la implicación práctica de incluir activos de entidades paraestatales dentro de los fideicomisos de emisión ha generado muchas implicaciones colaterales que han reducido su viabilidad y por lo tanto la facilidad de utilizar uno de estos vehículos para fondear nuevos proyectos.
Buscando alternativas, el mercado se ha adaptado a incluir por ejemplo los derechos sobre los flujos que generan determinados activos de infraestructura, para poder seguir impulsando estas transacciones. Actualmente el mercado se encuentra a la espera de una emisión significativa dentro de uno de los proyectos de más solera para México en los siguientes años. La necesidad de fondeo sigue ahí, el siguiente paso será el ir perfeccionando el vehículo. Ya hemos visto un caso de éxito con CFE y una vez abierto el camino el objetivo debe ser cómo lograr impulsar más proyectos o infraestructuras básicas y claves para la nación a través de Fibra E.