FOMENTAR EL CRECIMIENTO DEL PERSONAL ES IMPRESCINDIBLE PARA EL CRECIMIENTO DE TODA EMPRESA

El mundo empresarial moderno es muy dinámico.  Las condiciones del mercado cambian y la tecnología evoluciona.  Es necesario capacitar al personal para operar adecuadamente y el retenerlo se ha vuelto un problema para algunas empresas.  Muchas veces, incluso una mejora salarial no es suficiente para retener al personal talentoso.  La mejor manera de hacerlo es ofreciéndole una auténtica posibilidad de crecimiento.

Si una empresa no fomenta el crecimiento de su personal, se enfrentará a problemas.  El principal es que hay una total falta de compromiso por parte de sus colaboradores que resulta en una baja moral.  Si estos sienten que no hay posibilidades de progreso y sus carreras se estancan, pierden la dedicación y la motivación hacia sus tareas diarias.  Con ello disminuye la productividad, disminuyen las utilidades y se incrementa la tasa de rotación de personal.  Cuando ocurre un estancamiento en las habilidades y capacidades de los trabajadores, todo se deteriora.  Sin percatarse, la empresa crea una brecha con su competencia porque ahora cuenta con una fuerza laboral desactualizada e incapaz de enfrentar nuevos desafíos ni adaptarse a nuevas tecnologías.  Si las posibilidades de ascenso son pocas, también puede surgir una intensa competencia interna por una nueva posición provocando tensiones y rivalidades entre el personal.  Es una situación que afecta a todo el equipo al reducirse la comunicación, colaboración y la cohesión, sin decir de la pérdida de talento valioso.

Por el contrario, cuando una empresa fomenta el crecimiento de su personal en su seno, ocurren beneficios que impactan de manera positiva a todos los niveles de su organización.  Los trabajadores se comprometen y se adueñan de los objetivos de la empresa. La fuerza laboral se siente motivada y la productividad se incrementa.  Se emocionan ante la posibilidad de adquirir nuevas habilidades y conocimientos.  Su actitud es proactiva y les permite lograr innovaciones internas y mejoras en los procesos que se reflejan en un aumento de la competitividad de la empresa.  Adicionalmente, al fomentar el crecimiento interno, se logra una la cultura organizacional que valore la inversión en el capital humano.  Una vez sube la moral general, se fortalece la pertenencia y lealtad hacia la empresa porque los empleados se sienten acompañados y son conscientes que la empresa se preocupa por su desarrollo y bienestar.

Al lograr que la fuerza laboral se sienta comprometida y satisfecha, se transforman en trabajadores leales que permanecerán en la empresa por muchos años.  Con ello se reducen grandemente los costos asociados a la rotación de empleados, su capacitación y los gastos de contratación.  Los trabajadores se sentirán parte de esta y no se consideran sólo como un trabajador más.  Se sienten orgullos de su trabajo y su actitud beneficia a todos.

La falta de posibilidades de crecimiento es un problema serio y frecuente, pero muchas empresas no lo ven así.  Estas consideran que los problemas que van desde la pérdida de talento humano al deterioro del ambiente laboral son una situación normal de la operación.  Están en un error porque cuando la empresa fomenta el crecimiento de su personal, ocurren beneficios que van mucho más allá de solo retener a los empleados talentosos.  La mejora en la motivación, la productividad y la lealtad laboral beneficia a todos permitiéndole a la empresa crecer y adaptarse fácilmente a los cambios del mercado.  Por ello, invertir en el talento humano no solo es una gran estrategia de progreso empresarial sino también le permite a la empresa seguir siendo competitiva además de que mejora su rentabilidad.