A FUEGO LENTO
Mañana de “Olla ferroviaria”, en el Corazón del Camino Olvidado de Santiago
La mañana entreverada del 13 de noviembre la Plaza del Ayuntamiento de Guardo humeaba, caldeando el frio norteño de la Montaña Palentina.
Comenzaba el concurso anual de “ollas ferroviarias” de esta villa de Guardo, corazón del viejo camino olvidado de Santiago.
Este noviembre post pandémico, del 2022, la plaza del Ayuntamiento de Guardo “hervía”, y volvió a acoger a los participantes que se acercaron a competir por el mejor guiso de alubias ferroviarias.
“Un concurso, afirmó la Concejala Delegada del Área de Fiestas, María José García Estrada, planteado a nivel nacional y que este año nos está desbordando en la participación, hecho que nos alegra. Ciento dieciséis son las ollas ferroviarias que se han inscrito para concurso, todas de muy alta calidad y en la que el jurado siempre encuentra verdaderas dificultades para decantarse por una u otra puesto que el nivel cada año es más elevado. Este año se han inscrito participantes de Asturias, Castilla León, Cantabria y País Vasco y por supuesto también de Guardo, un lugar en el que este tipo de olla, tiene mucha tradición porque al ser una población minera, aquí en Guardo, el sistema de cocción era idéntico que el de la olla ferroviaria, con la diferencia de que los mineros en vez de utilizar alubias, utilizaban garbanzos. Además este hecho se veía reforzado también porque al pasar el “ tren de la Robla” por Guardo y ser “ la olla ferroviaria” un invento de los agentes del Ferrocarril de La Robla en la primera década del siglo XX, para prepararse diariamente en ella las comidas y cenas cuando realizaban servicio en trenes o hacían reemplazos en estaciones, nuestra villa de Guardo también vivió esta tradición”. Hay que tener en cuenta que a veces estos reemplazos podían durar hasta quince días, sin poder regresar a sus domicilios. Cocinaban por lo general cocido de legumbres con su correspondiente carne, tocino, chorizo y morcilla, o patatas con carne y de esa forma comían caliente y económico, al no haber en la mayoría de las estaciones fonda ni pensión donde comer”.
El Ayuntamiento de Guardo como hace en todas las ediciones -esta era la V- proporciona a todos los concursantes los mismos productos, para competir en igualdad de condiciones, alubias remojadas conforme a las raciones de la olla y morcilla, tocino y chorizo en la misma proporción. Estos productos son suministrados por la marca “Alimentos de Palencia”, y patrocinados por la Diputación de Palencia, no admitiéndose ningún alimento que no haya sido proporcionado por la organización.
El ambiente festivo y casi navideño inundaba la plaza del Ayuntamiento de Guardo. El público fue llegando a lo largo de la mañana, hasta abarrotar la plaza con la curiosidad de conocer quien eran los ganadores. Se repartían dos mil euros en premios.
Mientras tanto, y para hacer boca, a media mañana, María José García Estrada, concejala delegada del Área de Fiestas del Ayuntamiento de Guardo, anunció el “Concurso de tortilla de patata”, porque como buena localidad norteña, la villa de Guardo es de buen yantar.
“Este concurso, comentó María José García Estrada, este año ha tenido muchísima aceptación…pero es lógico, ¿no? bromeó…porque, quien no ha hecho en su vida una tortilla de patata…y sobre todo…quién no la ha comido… así que, al jurado le deseo suerte a la hora de decidir. Debemos tener en cuenta que en Castilla contamos con unas de las mejores patatas autóctonas, y eso hace muy difícil no hacer una buena tortilla”.
Y al final de la mañana hubo resultados. Se erigieron con el primer premio el grupo “Las Cachavas”. El segundo fue para la peña “La Picota” y el tercero recayó en las Peñas “Convento”.
Y tras el “aperitivo” de tortilla, llegó la hora de la verdad.
Un jurado desbordado por la participación en este “V certamen de Ollas ferroviarias de la villa de Guardo” y deseando acertar con su veredicto y no desilusionar a nadie, comenzó a calificar.
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El Primer premio fue para la Asociación Gastronómica Peña Las Cachavas, reincidentes en asistencia y en premio. Otro de los grupos con los que concursó esta Asociación ganó el segundo premio. El tercero fue a parar a manos de Alicia Gutiérrez Poza, quien además se alzó con el de la mejor olla ferroviaria a una persona empadronada en Castilla y León. El cuarto fue para la Peña Amorebieta-Nieves. El quinto para Jairo Villa García. El sexto lo recibió la Peña Convento-Ángel Ríox Vega, y el séptimo lo recogió Begoña Alonso Franco.
Y tras la foto de familia, con ganadores y jurados, el acto terminó, pero quedaba lo mejor: la degustación. Todos los grupos fueron despejando la plaza y se repartieron por los distintos lugares de la localidad con sus guisos y dada la avanzada hora de la tarde, y convencidos de que el hambre acuciaba…suponemos que no quedó, en esas ollas, ni una alubia presentada a concurso en esta edición.