Ganes o pierdas, siempre debes de aprender

(por Nick Milton, con autorización del autor)

Las personas a menudo hacen mucho sobre aprender del fracaso, pero aprender del éxito es igual de importante y a menudo se puede pasar por alto.

El interés de revisitar este tema vine de una publicación en LinkedIn de Oleg Vishnepolsky que decía: “Algunas veces gano, otras veces aprendo”.

Mi respuesta fue “Ganes o pierdas, siempre debes de aprender”.

A veces parece que el aprendizaje está reservado para los fracasos. Si hay una casi falla de seguridad, o un incidente en un hospital, o una no conformidad técnica, entonces el aprendizaje entra en acción. Cuando todo va bien, aprender es una idea de último momento. Lo cierto es que las personas aprenden mucho mejor de sus errores, como resultado de la carga emocional y cicatrices que trae consigo el fracaso.

Sin embargo, puedes argumentar igualmente que el éxito es un mejor maestro, porque un modo de falla solo te dice qué hacer para no intentarlo; no te dice cómo tener éxito. Entonces, además de aprender de un incidente hospitalario, debes aprender y emular aquellos hospitales que nunca tuvieron un incidente, o aquellos proveedores cuyos productos técnicos siempre cumplen con las especificaciones. Este es el principio detrás de la desviación positiva: la idea de que siempre hay valores atípicos positivos; individuos, grupos o empresas que se desempeñan mucho mejor que sus pares, por lo tanto, debería ser el primer lugar al que recurrir para aprender.

¿Cuál enfoque es mejor? – ¿Aprender del éxito o aprender del fracaso?

Esta es, por supuesto, otra de las "dicotomías falsas" de Gestión del Conocimiento. Alguien en la NASA dijo una vez (desgraciadamente no puedo encontrar la fuente de esta cita) que "en la NASA decimos que no hay éxitos ni fracasos, solo hay eventos. Aprendemos de los eventos". Todo el concepto de éxito y fracaso es irrelevante para el aprendizaje. La mayoría de los eventos, la mayoría de los proyectos, son una combinación de ambos, y necesitamos aprender de ambos.

Aprender del fracaso te ayuda a aprender cómo no fallar, aprender del éxito te ayuda a aprender cómo tener éxito. Debes decidir cuál es más importante.

A nivel corporativo, o como sociedad, colectivamente damos los mayores pasos de aprendizaje cuando finalmente tenemos éxito. Piensa en Edison y su filamento para la bombilla; ¿Cuándo aprendió más? ¿Cuándo probó cada una de las 99 opciones que no funcionaban, o cuando encontró la que sí funcionaba? Ahora, obviamente, aprendió de ambos, pero veamos el valor de ese conocimiento para los demás. Si fueras un fabricante de bombillas, ¿cuál de estas dos declaraciones de Thomas Edison sería de mayor valor para ti?

1. No puedes hacer un filamento de bombilla con pelo de gato
2. Puedes hacer un filamento de bombilla de tungsteno

Obviamente, el segundo. Edison aprendió del primero, pero todos hemos aprendido del segundo.

A continuación comparto algunas citas del artículo de @BusinessInsider que se menciona a continuación, sobre algunos de los riesgos de aprender solo del fracaso:

Cuando te enfocas continuamente en el fracaso, en realidad creas un ambiente en el que las personas tienen miedo de compartir sus acciones exitosas, para que no parezcan jactarse, aclarar una situación que de otra manera sería mala o aprovecharse de que alguien más sea llamado por sus fallas. Esto evita que el aprendizaje realmente útil se convierta en parte de la práctica de su organización.

Más existencialmente, centrarse continuamente en el fracaso es desastroso para la moral. Una cosa es evitar barrer cosas tóxicas debajo de la alfombra, pero otra es dejar siempre un montón de basura en la habitación.

Afortunadamente, es muy fácil hacer un cambio cultural aquí. Solo necesita asegurarse de que al menos algunos de sus informes "después de la acción", ya sea que ocurran en reuniones o memorandos o chats informales en pasillos, estén dedicados a lo que salió bien. Incluso un evento que fue en gran medida un fracaso probablemente tenga algunos pequeños éxitos que deben compartirse.

Esta es la razón por la cual, en las reuniones de Retrospectivas que Knoco suele facilitar, otorgamos el mismo tiempo de discusión al éxito y al fracaso. En algunas culturas, como la cultura del Reino Unido (donde las personas siempre están felices de hablar sobre el fracaso), comenzamos discutiendo los éxitos, para que no se ignoren.

La implicación para Gestión del Conocimiento

La implicación para Gestión del Conocimiento es esta:

Necesita aprender tanto del éxito como del fracaso, pero necesita aprender mucho más cuidadosa y deliberadamente del éxito, porque:

• el éxito puede ser menos obvio: puede que tenga que buscar esos ejemplos de desviación positiva;
• aprender del éxito puede ser más difícil (es más fácil aislar lo que salió mal que lo que salió bien); y
• en última instancia, el éxito es lo que quieres que otros repitan.

Como ejemplo, veamos los sistemas típicos configurados para aprender de los incidentes de seguridad. La mayoría de estos sistemas tienen un análisis detallado de la causa raíz cuando hay casi un incidente o un incidente, y las lecciones de estos se envían a toda la organización para que otros puedan aprender de esta falla de seguridad.

Sin embargo, es mucho más importante aprender de la fábrica o planta (positivamente desviada) que nunca tiene un accidente, y nunca tiene una falta cercana. Esa es la fábrica que todos deben emular, lo que significa que deben comprender cuidadosamente POR QUÉ son tan seguros y luego aprender de esto.

Sabemos que es la naturaleza humana aprender mejor de los errores, pero no queremos estar a merced de la naturaleza humana. No queremos que la gente tenga que equivocarse para aprender. No queremos fallas y errores si podemos evitarlo, porque los errores y los errores pueden costar dinero, pueden costar vidas (en ciertos casos) y pueden costar carreras si son lo suficientemente grandes.

Aprendizaje en un marco de Gestión del Conocimiento

La situación ideal, en cualquier marco maduro de Gestión del Conocimiento o de aprendizaje de lecciones, es que aprendas de manera habitual en cada evento, ya sea que entregues el fracaso, el éxito o una mezcla de ambos (y generalmente es una mezcla).

El aprendizaje, como en las reuniones de identificación de lecciones, como son las revisiones de revisión después de la acción y retrospectivas, debe ser un ejercicio de rutina, independientemente del éxito o el fracaso. Aborde ambos, aprenda de ambos y preste especial atención a comprender las causas del éxito.

Fracasar rápido y fallar a menudo es un buen mantra, siempre que conduzca al éxito, y es el éxito la mayor oportunidad de aprendizaje.

Publicado por Nick Milton el 11 de septiembre de 2019