¿Gerente o líder?

Aprovechando el tiempo de cuarentena, el otro día leí un artículo que me pareció divertido y se titulaba “¿Es hora de retirar el título de gerente?”. En él, se daban las razones de porque quitar la palabra gerente del diccionario. Y debo decir que, en una primera mirada, las razones tienen cierto peso: a nadie le gusta ser “manejado”, ni -parece- manejar a otros y, como siempre, el tenor del trabajo en contextos cambiantes (VUCA) resta capacidad de acción a las organizaciones sí, sólo, gerencian.

Luego de reflexionar un rato, y por eso escribo esta nota, me cuestiono: ¿para qué retirar la palabra (y por tanto el cargo)? Los gerentes están para hacer y lograr algo…

Si nos venís leyendo, sabrás que, a este tipo de gerenciamiento, que Adam Bryant “quiere jubilar”, le llamamos administrar. Para nosotros, administrar no está ni bien, ni mal.  Hay empresas que deciden administrar y está bien, es lo que creen qué tienen que hacer para lograr sus objetivos. Y cuando revisamos que es lo que hacen, podemos decir, generalizando, que se ocupan del control de los recursos desde una mirada materialista. Los bienes son cosas contables, las personas, también. Insistimos: administrar es una posibilidad entre muchas de guiar los esfuerzos de la organización; incluso puede elegirse, dependiendo del contexto en el que se encuentra la empresa, alternando períodos donde su efectividad se pruebe efectiva y cambiando a otras maneras, cuando no lo sea.

Entonces, si el que del gerenciar se enfoca en lo material: ¿en qué lo hace el liderazgo?

Para contestar esta pregunta les voy a compartir algunas estadísticas:

• Una encuesta de McKinsey reveló que el 70% del personal jerárquico encuestado se auto-percibe como inspirador y motivador.
• A lo que, otra encuesta de Gallup, relevó que el 82% de los colaboradores ven a sus líderes de manera contraria (muy poco motivadores).
• Ni hablar de otra encuesta de Forbes, donde el 65% de los colaboradores renunciaría a un aumento salarial, si eso significara ver despedido a su jefe.

Parece ser, que a la hora de ir por objetivos materiales, hay algo más que materialidad.

De hecho, proponemos revisar la idea de que cuando nos nucleamos en una organización, solamente, lo hacemos para conseguir resultados materiales (dinero, unidades producidas o vendidas). Sino lo comprendieron las generaciones previas, los millenials parecen haber venido a mostrárnoslo (si querés saber como trabajar con ellos hace click aquí). Ellos no están satisfechos solamente con un sueldo, una bonificación y beneficios. Ellos quieren algo más.

¿Será que cuando nos organizamos también esperamos la aparición de resultados individuales y grupales, más allá de los materiales?

Como suelo decir en mis clases: “a pesar de que nuestros jefes quieran, no podemos dejar nuestros problemas y emociones en el locker”.

Con la inercia en la que venimos jugando al juego organizacional, no se trata de desaprender gestión, sino, de reaprender a ser humanos de nuevo. Salir de la visión mecanicista de que solamente somos ejecutores de acciones, que desterramos nuestro costado humano al hacerlo.

El liderazgo entonces, se enfoca en asegurar los resultados materiales, aunque también, en asistir al logro de los resultados individuales y de convivencia grupal.

El liderazgo se convierte en una solución de compromiso a estas inquietudes compartidas, que demuestra en la práctica, resultados más que alentadores. Cuando los colaboradores son liderados más humanamente son un 32% más comprometidos, están 46% más satisfechos y se desempeñan mejor en un 16%[1].

Como la administración, el liderazgo es una forma de encarar la forma de hacer de las empresas. Está en nosotros, el elegir en donde queremos estar.

Algunas cosas que podés hacer luego de leer esta nota:

Preguntarte: "¿qué tipo de estilo tiene mi compañía en relación a la forma de hacer para obtener los resultados?

Sino te gusta el estilo hallado: “¿qué quiero hacer con eso?”, y tomar acción para estar donde desees.

Preguntarte: “¿qué le aportaría a mi organización el liderazgo?” y “¿qué tendría que aprender para desarrollar lo?”.