Gestión del talento: ¿Por qué promover el equilibrio vida/trabajo en las organizaciones?

Actualmente, muchas empresas buscan incentivar espacios que permitan a sus colaboradores y ejecutivos reconectar con sus vidas personales (familia, amigos, etc.) Y hay una constante búsqueda por mejorar el clima laboral. Y esto no es casual. El equilibrio vida personal/trabajo no solo es un anhelo, es un impulsor de mejores resultados.

De hecho, una encuesta realizada a más de 1000 trabajadores en Estados Unidos, realizada por la consultora Deloitte, reveló que al menos el 77 % de los encuestados experimentó agotamiento en su trabajo actual.

Eso no es todo: un 91 % de los encuestados afirmó que tener un nivel inmanejable de estrés o frustración afecta negativamente la calidad de su trabajo.

Esto también aplica para quienes son percibidos como “apasionados” por su trabajo. La encuesta señaló que, si bien 87 % de profesionales encuestados siente “pasión” por su trabajo, el 64 % se estresa de manera frecuente. No hay inmunidad al estrés y al agotamiento.

Entre los resultados me gustaría detenerme en un punto interesante. Muchos colaboradores que participaron en esta investigación señalaron que una de las razones por las cuales 1 de cada 4 profesionales no toma sus vacaciones, se debe a “la falta de apoyo o reconocimiento por parte de los líderes de la empresa”. Es fundamental que las propuestas por un mejor equilibrio reciban respaldo de parte de las cabezas de las organizaciones.

Este no es un tema menor. Si la organización no tiene programas que incentiven este equilibrio, y no promueven el bienestar emocional, mental y físico de sus equipos de trabajo, esto se traducirá no solo en un mayor número de errores involuntarios propiciados por el agotamiento, sino también en una fuga de talentos que a largo plazo es perjudicial para la empresa.

De hecho, si lo que queremos es atraer talento y retenerlo, además de motivar al talento emergente y joven a que se sume a la experiencia de nuestros colaboradores de mayor edad, el equilibrio resulta indispensable. Casi la mitad de millennials entrevistados señalaron haber dejado un trabajo por sentirse agotados.

Ahora bien, encontrar ese equilibrio puede ser un reto intimidante para la mayoría de las organizaciones. Sin embargo, todo depende del cristal con que se mire. Si valoramos nuestro capital humano, y lo vemos como una inversión que finalmente sostiene el desarrollo, crecimiento y futuro de nuestras organizaciones, buscaremk que ese capital esté en las mejores condiciones posibles.

Incluso en los casos en los cuales (como en las startups) se requiere exceder las horas, el contar con soporte psicológico de parte de la organización para aprender a lidiar con el estrés, puede hacer un mundo de diferencia.

Solo el hecho de que la empresa apueste por acciones que permitan que los colaboradores se acerquen a ese equilibrio: como dinámicas, pausas activas, espacios para interactuar con las familias, tiempos de desconexión, etc., pueden reafirmar el compromiso y elevar considerablemente la productividad.

Y esto aplica también para los mandos medios y ejecutivos. El tener ese espacio personal, esa conexión con su ser fuera de lo laboral, les permitirá tomar mejores decisiones, sentirse “apoyados”, y comprometerse de mejor manera con el propósito de la organización.

Este es un desafío colosal para las oficinas y directores de recursos humanos, pero es uno que, felizmente, cada vez más organizaciones están asumiendo.

No lo olvidemos, las empresas se sostienen en personas. Cuidar de estas personas, es cuidar del futuro de nuestras organizaciones.