Gluten
La película se llama ‘Juerga hasta el fin’ y comienza con el encuentro de dos amigos actores cuyo plan para los próximos días, o semanas, no va mucho más allá de fumar marihuana. En un momento, uno de ellos sugiere ir a comer una hamburguesa y el amigo le contesta que no, que ya no come gluten. ¿Que ya no comes gluten?, le increpa, ¡si ni siquiera sabes lo que es gluten! Claro que lo sé, gluten es jerga, es la forma en la que se llama a todo lo malo. Calorías, eso es gluten. Grasa, eso es gluten. Gluten significa comida mala.
Quizás no con la palabra gluten, pero considero que es una práctica habitual que todos hacemos, la de atribuir a una palabra concreta todos los males del mundo. Sin ir más lejos, todas las actitudes malas de la humanidad las podríamos definir como fascismo, y nuestro entorno estaría perfectamente de acuerdo.
Aunque en esta ocasión quería poner el foco en el caso contrario, palabras que hemos convertido en jerga como contenedor de todas las esencias de lo positivo, independientemente del significado. Pongamos el caso de la palabra Líder. Si se recopilan todas las características y cualidades que se supone que tiene un líder (visión, guía, confianza, empatía, gestión de emociones, solucionador de conflictos,...) da la impresión de que en la historia de la Humanidad eso lo cumple Jesucristo y alguno más por ahí. Desde luego, grandes líderes de la Historia como Julio César, Napoleón o Wiston Churchill no habrían pasado el filtro. Tampoco creo que los grandes líderes contemporáneos como Steve Jobs, Bill Gates o incluso Muhammad Yunus superaran la prueba. Ray Dalio, en su libro Principios, cuenta que tras conocer y preguntar de primera mano a estos líderes, encontró un patrón común de baja preocupación por los demás, debido al enorme enfoque que tienen en sus metas.
Algo similar ocurre en la educación infantil y primaria con las palabras Rincones y Proyectos, sinónimo instantáneo de buena educación, independientemente del contenido de los rincones, de los proyectos y del profesorado que lo desarrolle. Son lo bueno.
Ya no hablemos de palabras gigantes como Amor o Democracia.
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No sé si les hacemos mucho favor a esas palabras. Me las imagino viviendo en una gran mansión, con todos los lujos a su alcance, pero insatisfechas, incomprendidas. Están en boca de todos, su popularidad está al máximo, pero sienten que han perdido la esencia, se ven lejos de lo que un día llegaron a significar y ya no ven marcha atrás. La voz de aquellos que llegaron a entenderles se pierde en el ruido de la muchedumbre que les convirtió en jerga y las utiliza como un mero comodín. La palabra Líder mira un paisaje idílico desde un gran ventanal, está lloviendo, da un sorbo a un whisky con más años que grados mientras espera unos tiempos mejores que sabe que no volverán.
Maldito Gluten.
(Artículo publicado originalmente en 2021 en la web de la comunidad Human Cluster .)
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1 añoAlejo, esto es bait para celiacos (como yo, vaya)! Jajajaja Gran artículo 👌