Gran Premio de Fórmula 1 de Portugal 2020
¡Hola!
Antes que nada, si echaste en falta mi comentario sobre el Gran Premio en Nurburgring se debe a que no lo vi en directo, lo vi en diferido a las 23:15 horas tras un largo viaje y no me acuerdo de nada, jaja. ¡Disculpad!
Vamos al grano del GP que nos ocupa hoy. Portugal. Ya me dio buenas sensaciones cuando vi los primeros libres, recordad que un GP se vive mucho más intenso si eres capaz de ver los entrenos, la qualy y la carrera, porque se entiende todo mejor, ¡mucho mejor! Sabrás por qué un equipo no ha usado los (neumáticos) blandos, o porqué alargan una parada más de lo normal, etc. En las tandas de entrenamiento observas como funcionan todos ellos con diversos set-up del coche y comprendes las decisiones de los ingenieros en carrera.
Pues eso, daba buenas sensaciones porque las primeras vueltas de un trazado novedoso en F1, recién asfaltado, Carlos Sainz, que salió el primero, dijo: "wow, esto parece un pista de Tokyo drifting" que es una prueba de derrapes en Japón. Bien, pensé, nos vamos a divertir, habrá opciones para más pilotos porque, además, no había carreras de F2, ni F3 que limpien la pista.
Aunque no hubo grandes sorpresas en la qualy a título de clasificación de los pilotos, sí que llamó la atención que ofrecieran más rendimiento las gomas medias que las blandas, algo inaudito, por cierto. Y esto, se vio reflejado en carrera puesto que nadie optó por blandas cuando entraron a realizar el cambio de neumáticos reglamentario.
Y paso ya directamente a lo que fue una delicia de salida que no habíamos vivido en muchos años. Pongo en antecedentes para los menos entendidos: los pilotos prefieren salir en la carrera con neumáticos medios porque duran más que los blandos, pueden alargar la primera parada haciendo un stint (parte, vaya) largo y luego colocar los duros para llegar al final. Esto es lo normal, a una parada.
Entonces, ¿qué ocurrió? Pues que al estar la pista tan nuevecita, a que quizás cayeron algunas gotas (no muchas, la verdad), los carros que salieron con ruedas medias: recuerda, la mejor opción a largo plazo pero peor a corto, tuvieron problemas de adherencia, lo cual fue aprovechado por los pilotos con gomas blandas para adelantar a diestro y siniestro. Tal es el caso, que fue notable los ¡diez adelantamientos! de Raikkonen, con una finura y unas manos de quitarse el sombrero, ¡Kimi, no te vayas y aguanta un año más, viejo rockero! Y, también, Carlos Sainz hizo algo impensable: adelantó en carrera a seis coches incluidos Verstappen (que se pasó de frenada en la horquilla) a Bottas el Pifias y al todopoderoso Hamilton. Y lideró la carrera hasta que la pista entró en funcionamiento, los neumáticos medios alcanzaron la temperatura de trabajo y, tanto Sainz como Raikkonen, fueron volviendo a sus posiciones habituales.
Fue muy divertido y también el transcurso de la carrera puesto que hubo algunas estrategias diferenciadas que hicieron que, por ejemplo, Leclerc acabará en cuarta posición con el Ferrari, mientras que si compañero Vettel acabó el décimo. O que el gran Pérez terminara séptimo a pesar de que en la primera vuelta se tocó con Verstappen trompeando y quedando el último, ¡ojalá lo fiche Red Bull para el año que viene! y que Gasly, de nuevo, acabara por delante de Carlos Sainz que terminó con un meritorio sexto puesto.
Para el año que viene hay muchos pilotos ya en la cuerda floja y otros que ya no renuevan por sus equipos, ya hablaremos de ellos, pero quisiera referirme a Alexander Albon, uno de esos grandes pilotos que quedan absorbidos por la naturaleza de Verstappen: el Red Bull es un carro muy nervioso y difícil de manejar, no es que Albon lo haga muy mal, es que Verstappen es un animal al volante y es capaz de domarlo como nadie. Por ello, el futuro de Albon es muy complicado y cada GP está más cerca de dejar el equipo y la F1. Este es un mundo sin piedad, hay que reconocerlo.
En fin, un GP muy entretenido, con muchos mas adelantamientos de los esperados, con Hamilton cuando ya una leyenda, pues ha superado el récord de Michael Schumacher y amenaza con pulverizarlo en todos los años que aún le quedan en la F1. Atentos.