Guía de 10 pasos para trabajar mejor en equipo y potenciar tu rendimiento y bienestar
Asumir que la gente sabe por defecto cómo trabajar bien en equipo, es uno de los errores más frecuentes que ocurren en múltiples compañías. Esta idea puede provocar que un equipoGu conformado por varios miembros capacitados, fracase a la hora de sumar esfuerzos para ejecutar un proyecto en común.
Vivimos en un mundo global e interconectado, en el que cada vez es más normal que personas de diferentes lugares, perfiles e intereses, se vean en la necesidad de trabajar juntos. Cuando tanto quien lidera como los miembros de un equipo, no han sido mínimamente entrenados para colaborar con eficacia, aparecen resistencias, conflictos e ineficiencias. ¿Cómo evitar que esto ocurra?
Guía de 10 pasos para convertirse en un Equipo🔝
Como no todos los profesionales han tenido la oportunidad de aprender a trabajar en equipo a lo largo de sus carreras, quiero compartir contigo una receta de 10 pasos. Con ella, cualquier persona puede mejorar sus habilidades de cooperación, sin padecer el desgaste emocional de quienes "sufren" por déficit de habilidades.
1. Tener un "propósito" común
Para saber cuál es el propósito común de un equipo de trabajo, sus miembros deben responder honestamente a la pregunta de para qué se están comprometiendo con el proyecto en cuestión.
Los miembros del equipo también pueden preguntarse, de qué manera el objetivo beneficiará a una comunidad específica o a la sociedad en general.
Al momento de definir el objetivo en común, resulta indispensable que los miembros del equipo no pongan en primer término sus intereses particulares. De ser así, el trabajo del equipo no llegará a ser tal, en tanto que cada quien intentará imponer su voluntad por encima del consenso y el acuerdo común.
Los proyectos con más potencial para generar compromiso, son aquellos que contribuyen de algún modo a hacer del mundo un lugar mejor. Si todo lo que sustenta a una empresa es el deseo de llenar los bolsillo$ de un puñado de individuos, antes o después tendrá problemas de supervivencia. Posiblemente porque se llene de profesionales interesados simplemente en engordar su cuenta corriente, su currículum, o aguantar por necesidad hasta encontrar algo mejor, la empresa perderá capacidad de atraer y retener talento comprometido, sus costes aumentarán y su eficacia disminuirá.
2. Delimitar claramente las funciones de cada miembro
Para poder trabajar en equipo, cada uno de los miembros debe tener claro cuál será su función en el proyecto. Lo contrario hará que la tensión dinámica, que mantiene a los profesionales coordinados y enfocados en un mismo objetivo, se pierda.
Los miembros de un equipo de trabajo son como los diferentes órganos del cuerpo: si cada uno cumple con su labor, la vida se desplegará con la máxima salud y eficiencia posible. Pero si unos órganos se interponen en las funciones de otros, la vida se verá comprometida, generando estrés, ineficiencia y pérdida de salud.
Otra ventaja derivada de mantener una línea de funciones y responsabilidades clara, es que esto permite reconocer rápidamente cuándo uno de los miembros del proyecto no está cumpliendo con la labor que le corresponde, para analizar las causas y poner en marcha soluciones. Si estas ineficiencias son advertidas y corregidas a tiempo, el avance del equipo no se verá entorpecido, sino fortalecido.
3. Reconocimiento acorde al nivel de contribución y esfuerzo
A todos los miembros del equipo se les debe reconocer su trabajo. Ese reconocimiento vendrá dado por 3 factores: el nivel de responsabilidad asumido para conseguir las metas, el nivel de contribución realizado y el esfuerzo que cada individuo haya realizado para cumplir con su responsabilidad.
A la vez, es bueno que los miembros de un equipo tengan en cuenta que, aunque en un proyecto algunas tareas poseen un grado de complejidad mayor al de otras, la ejecución de las labores sencillas también merece su cuota de reconocimiento.
4. Acordar un sistema de reglas para regular el trabajo en equipo
Contar con un sistema de reglas claro, permitirá mantener un orden a lo largo del desarrollo del proyecto, así como transparencia y objetividad en la toma de decisiones. Si el sistema es consensuado, será mucho más fácil que los miembros del equipo lo asuman como “suyo” y por tanto se guíen por él.
5. Canal de comunicación funcional y accesible
Todo equipo de trabajo que aspira al alto rendimiento, debe contar con un canal de comunicación funcional, es decir, uno que permita que la transmisión de información se pueda realizar con facilidad, en tiempo real y sin interferencias que distorsionen la comunicación. Al mismo tiempo, dicho canal deberá ser accesible para todos los miembros, siendo clave también que no se utilice como “parapeto” para protegerse de miedos e inseguridades, saturándolo y condenándolo al fracaso.
Un buen canal de comunicación permite que todos los miembros de un equipo estén al tanto del progreso alcanzado en cada una de las etapas del proyecto.
6. Entender las ventajas de las diferencias
Dentro de un equipo de trabajo es normal que existan diferencias, pero bajo ningún concepto estas deben ser tachadas de limitantes o negativas. Son muchas las ventajas que se pueden obtener de la conjunción de una variedad de criterios, perfiles y experiencias diversas.
Al trabajar en equipo, la existencia de diferencias es una oportunidad para crear soluciones que involucren diferentes puntos de vista y que sean, por lo tanto, mucho más efectivas en su alcance definitivo.
7. Velar porque ningún miembro del equipo se sienta excluido
Lograr que todos los miembros del equipo se sientan incluidos en la dinámica del trabajo facilitará que el desempeño individual, y con ello el colectivo, se mantenga en niveles óptimos.
Para garantizar que ningún miembro del equipo se sienta excluido es necesario aprender a realizar y a recibir correctamente las críticas.
Impartir desde el comienzo algunas nociones básicas sobre feedback y mentalidad de crecimiento entre los participantes de un proyecto, puede ayudar a que las correcciones sean tomadas antes como una oportunidad para mejorar, que como ataques personales, que alimenten conflictos, resistencias y deseos de venganza.
8. Aportar valor y mejorar lo que ya está hecho
Si un equipo coge el testigo de un proyecto en el que antes habían estado trabajando otros, el miedo al fracaso puede llevarles a poner demasiada atención en criticar lo que estaba hecho para protegerse, en lugar de enfocarse constructivamente en cómo pueden mejorarlo.
9. La importancia de tener objetivos
Para optimizar la eficiencia de un equipo de trabajo, resulta indispensable que éste se plantee un objetivo general y algunos objetivos específicos. Contar con objetivos claros y medibles, permitirá que los participantes de un proyecto sepan hacia dónde deben avanzar y en qué punto del progreso se encuentran. Los proyectos avanzan cuando los equipos miran hacia delante, aprendiendo del pasado e inspirados por el futuro.
10. Generar un contexto de confianza
Generar un contexto de apoyo y seguridad psicológica dentro de un equipo, permitirá que sus miembros sientan que pueden aportar sus opiniones o sugerencias, y que estos son escuchados, comprendidos y tenidos en cuenta. En este contexto es fundamental darse cuenta de que escuchar, comprender y tener en cuenta “no significa estar de acuerdo” ni elegir esa opción (por parte de quien tenga la responsabilidad de decidir).
Muchas personas tienen miedo a sentirse atacados por sus opiniones cuando empiezan a trabajar en equipo. Si esta preocupación se minimiza, los intercambios se volverán mucho más fructíferos, aumentando el ritmo del progreso del proyecto, ya que el equipo podrá aprovechar al máximo el talento de sus miembros.
Todos estos pasos son importantes para realmente "trabajar en equipo", crecer, ser más productivos y generar mayor compromiso entre los miembros.
Y por último... nos encantará que nos cuentes tu experiencia poniendo en juego estos 10 ingredientes... ¿te animas?
Abrazo grande, 1000 gracias y ADELANTE!!!