Hablemos de homosexualidad y neurociencia
Por: Olivia Ávila

Hablemos de homosexualidad y neurociencia

¿Existe el cerebro homosexual?, ¿hay diferencias entre los cerebros de “hombres y mujeres”?, ¿podemos seguir hablando en estos términos en un mundo cada vez más alejado del binario?, ¿hay una relación directa entre homosexualidad y neurociencia?, ¿qué dice la ciencia al respecto?

En primer lugar, aclaramos que en este artículo haremos referencia a los términos de ‘’hombre’’ y ‘’mujer’’ tal y como son entendidos desde una visión biológica de la ciencia. Es decir, de manera binaria y haciendo referencia fundamentalmente al sexo biológico y a la genética. Por tanto, aparecerán entre comillas para que se entienda este matiz.

Y es precisamente esta visión binarista y limitada de la ciencia lo que pone trabas muchas veces para que la mente científica se abra a la infinita diversidad propia de los seres humanos. 

Un planteamiento inicial

En primer lugar, cabe destacar que este es un tema complejo, con muchas aristas y variables. Además, las respuestas que pueda dar la ciencia sobre diversidad sexual no son determinantes ni deberían condicionar la vida de las personas de ninguna manera.

Por otro lado, sabemos que el conocimiento científico está en constante cambio y a medida que las realidades sociales reflejan la diversidad existente, este conocimiento trata de adaptarse y entenderlo.

Sin embargo, en una sociedad donde la ciencia cada vez nos da más respuestas a distintas incógnitas, podemos incluso caer en el cientificismo y quedarnos solo con respuestas acordes a la evidencia científica. Pero cuando hablamos de diversidad, todo es mucho más complejo.

Cabe recordar que hace no muchos años encontrábamos artículos científicos que a día de hoy están totalmente desfasados. Esto es algo que ocurre constantemente en la ciencia: la verdades son relativas. Por tanto, tratar de quedarnos con aquello que solo ha quedado demostrado por la evidencia puede ser incluso lgtbfóbico, por diferentes motivos que explicaremos a continuación.

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Diversidad sexual y ciencia

Son diferentes las áreas del conocimiento que tratan de estudiar la diversidad sexual de los seres humanos: biología, neurociencia, sociología, antropología, psicología… Todo lo que se observa deriva en miles de estudios diferentes que difícilmente podremos abordar aquí.

Trataremos de dar una aproximación más general, invitando a quienes nos lean a que reflexionen y saquen sus propias conclusiones. Para las personas interesadas en leer estudios científicos, podrán encontrarlos en la plataforma de ResearchGate.

Si exploramos artículos científicos o vídeos de divulgación sobre las causas de la homosexualidad nos vamos a encontrar muchísimas respuestas que podría generar confusión. Por ejemplo, hay científicos que afirman que los factores ambientales no son tan determinantes como los biológicos. Otros perfiles, sin embargo, apuestan, por lo contrario, si bien el telón de fondo siempre queda la reflexión en realidad todo es mucho más complejo.

Asimismo, parece haber un intento de querer explicar la causa exacta de la homosexualidad o la bisexualidad, haciendo incluso estudios con animales. Y pese a que en el mundo animal también se han encontrado ejemplos de homosexualidad (en pingüinos, por ejemplo), sabemos también que humanos y animales somos muy diferentes.

También encontraremos, desde una óptica mucho más biológica, la idea de que la cantidad de testosterona en el embarazo (influencia de las hormonas prenatales), así como el ambiente en el que se ha dado la gestación, podría influir en la orientación sexual de la persona. Incluso un estudio que afirmaba que un hombre que ha crecido en una familia con muchos hermanos varones tendría más posibilidad de ser homosexual.

Estudios recientes con gemelos incluso revelan que la genética no tiene tanto peso como se creía hace algunos años. Más que un solo gen específico, parece que hay muchos más que influyen en la orientación y el comportamiento sexual. Sin embargo, el hecho de que existan intentos por tratar de explicar las diferencias sexuales no significa en ningún caso que sean definitivos o que estén por encima de las realidades de las personas.

El conocimiento vivencial ya es en sí mismo una fuente de información importante y a veces la ciencia se queda muy atrás.

Homosexualidad y Neurociencia: cerebro y orientación sexual

Si buceamos un poco por la biblioteca científica de la que disponemos, podremos encontrar, por ejemplo, mucha información sobre cómo la ciencia ha detectado diferencias mínimas en los cerebros de ‘’hombres’’ y ‘’mujeres’’. Sobre todo, en el área del hipotálamo.

Encontraremos también a neurocientíficos que nos hablan de la masculinización y feminización del cerebro y de cómo nos hablan de la posible orientación sexual de una persona. 

El cerebro es muy importante y la neurociencia nos da muchas respuestas sobre su funcionamiento, pero estas respuestas van más allá de este órgano. Las realidades humanas tienen un valor vivencial y la ciencia debe observar para aprender de ellas. Pero en ningún caso dar respuestas determinantes que podrían incluso patologizar. 

Recordemos que años atrás, la homosexualidad, la bisexualidad, la transexualidad, la intersexualidad y la asexualidad fueron catalogadas por la propia ciencia como disfunciones, síndromes o enfermedades.

Si os interesa el tema del conocimiento científico y su cuestionamiento, os recomendamos este libro:  What Is This Thing Called Science?

Por otro lado, también encontramos perfiles científicos que afirman que apenas hay diferencias entre cerebros ‘’masculinos’’ y ‘’femeninos’’, pero otros insisten en que sí las hay. Por ejemplo, que el área del procesamiento espacial es mejor en ‘’hombres’’, mientras que las áreas relacionadas con el lenguaje están más desarrolladas en las ‘’mujeres’’. Todo en la línea de lo que se denomina dimorfismo sexual.

Desde otras áreas del conocimiento se arroja luz sobre estas cuestiones, desviando la mirada de una lectura puramente biologicista de la diversidad. Desde la psicología o la sociología, por ejemplo, todo se cataloga dentro del término de espectro. Es decir, no todo es blanco o negro, sino que hay una escala de grises que viene a evidenciar que la realidad es compleja y llena de matices, que no responde a una sola respuesta que pueda dar la neurociencia y los estudios del cerebro humano.

Evolución y lgtbfobia

Además de los estudios del cerebro, otras investigaciones científicas tratan de encontrar las causas exactas de la homosexualidad, bisexualidad, asexualidad, o transexualidad las cuáles están de algún modo marcadas por la lgtbfobia. ¿Por qué? porque se asume que las orientaciones e identidades no normativas deberían tener causas específicas, distintas y anómalas en comparación con el resto de orientaciones e identidades normativas.

Parece que seguimos explicando la diversidad en el marco de lo patológico, lo disfuncional o la anormalidad. ¿Por qué no se investiga la causa de la heterosexualidad o de la realidad cisgénero?

Por otro lado, el prisma de la evolución marca fuertemente la visión de la ciencia y su intento por dar una explicación a la diversidad sexual o, incluso, de las ventajas evolutivas que tiene el ser homosexual. Se habla incluso de la paradoja de Darwin, para tratar de explicar por qué las personas homosexuales han ‘’sobrevivido a la evolución’’.

Quizás deberíamos revisar nuestras creencias para no sesgar el conocimiento científico ni las investigaciones que se realizan. Sobre todo, cuando las realidades sexoafectivas de las personas son plurales y van más allá de la lógica de la evolución y la reproducción de la especie.

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Victor Toledo

Gerente Innovacion CIENTÍFICA y en Neurociencias aplicada a FÍSICA CUÁNTICA.

1 año

Hola Soy NeuroCientifico en Física Cuántica y Poliglotas Me interesa Un conversatorio respecto y todo tema similar Atte Victor Toledo +569 97868693 Antofagasta

Guillermo Ozonas Sard

Medico neurólogo y neuropsicólogo en Consulta privada

1 año

La llamada recientemente "NEUROCIENCIA" es una invención, una rimbombante patochada surgida de entre la nebulosa ignorancia. Ya don Santiago Ramón Cajal puso empeño en aclarar la llamada RED NERVIOSA, y llegó a descubrir el tejido nervioso, cuyos elementos no son más que llamó NEURONAS, provistas de ramificaciones (axones y dendritas) que les permiten transmitirse estímulos formando así una complicada red que les permite establecer comparaciones y divergencias, como ahora se lo efectúan los diodos. Y todo este tinglado, habiéndose desrrollado extraordinariamente, como las extremidades posteriores a los canguros que les permiten correr, o las anteriores en forma de alas a las aves que les permiten volar, a nosotros el extraordinario desarrollo neuronal nos permite PENSAR, RAZONAR, RECORDAR y, sobretodo, pensar en lo que estamos pensando, es decir, REFLEXIONAR. La desgracia es el mal uso que hacen muchos de esta función tan extraordinaria.

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