¿Hacia dónde van los correos electrónicos?
He leído en distintos foros y en conversaciones sobre el uso de los correos electrónicos. Cuando el avance de las redes sociales se hace avasallante y las comunicaciones tanto laborales como personales son instantáneas, me llama la atención la gran cantidad de correos que se cruzan en el mundo, creo que por LinkedIn fue que pasaron las cifras astronómicas de correos que se envían diariamente. No tengo cifras a la mano, pero en el mundo laboral seguro es una herramienta muy vigente, aunque no tanto en la vida personal sobre todo de los jóvenes que lo usan cuando es estrictamente necesario como en mi caso lo veo a los que tengo alrededor. Me siguen llegando campañas de marketing por correo, las afiliaciones web en su mayoría requieren una cuenta de correo, por lo que sigo con la duda, ¿los correos tendrán la tendencia a ser obsoletos?
Al menos, yo no lo tengo claro por ahora. En este orden de ideas, un tema muy interesante y que merece ser tratado aparte con detalle en alguna oportunidad, es el uso no racional o en su forma indebido del correo institucional dentro de la empresa. Por ejemplo, copia a medio mundo sin nada que ver con el tema, el “chapeo” o forma de intimidar o acusar por correo, uso de letras Mayúsculas, negritas, colores, resaltado entre otras formas de querer decir las cosas.