Hazlo: Prográmate para ser feliz
Leer con the Exchange, de Michael Nyman.
Lamentarse es un viaje condescendiente hacia el victimismo. No siempre contamos con poderosas razones para ser el centro de atención, y es por ello que recurrimos al engaño emocional de que algo nos pasa, de que algo no funciona en nuestro interior. ¿Alguna vez te ha pasado que estás de mal humor o que todo te sienta mal cuando, en realidad, las cosas te van estupendamente?
Reflexiona: ¿por qué sigues insistiendo en tu infelicidad? ¿Qué es lo que te impide ver el camino que han trazado tus sueños?
Detente un momento a pensar en todo lo que has realizado, en cada uno de los proyectos personales que has llevado a buen puerto, en la gente que conoces, las personas que has amado. Traza una línea de tu vida potenciando cada acierto, cada momento vivido con plenitud. Llenarías un cuaderno de más de cien páginas.
Cada espacio en el que escribas un avance vital es un logro personal.
No luches más contra ti mismo, esa batalla la tienes perdida. Tú eres tu mejor aliado, no lo dudes. Tu ser está de tu parte y te espera; es paciente y no tiene límites. Los límites los trazan tus miedos. Nadie en la historia ha triunfado sin constancia y planificación.
La vida es un círculo mágico que debemos equilibrar en todas sus facetas.
Desarrollar un solo aspecto en detrimento de otros no es armónico. Una silla necesita todas sus patas para equilibrarse. Así es nuestro círculo. Todo debe ser armónico. La gente que busca el éxito profesional, anteponiéndolo a lo personal, fracasa.
En mi consulta, he sido testigo de numerosas batallas libradas por ejecutivos que quieren volver a sus orígenes, y no saben cómo hacerlo. Personas que pagarían por ver un atardecer al lado de sus hijos, pero su cuenta de resultados se lo impide. Son víctimas de sus creencias irracionales.
¿Cuál es tu cuenta de resultados?
Mi cuenta de resultados es la suma de mi amor, mi emoción, mis deseos, mis valores, mis habilidades y mis estrategias. Piensa en grande y visualízate con el poder para decidir cada minuto de tu vida. Y ahora te pregunto: ¿Qué te impide lanzarte en busca de tu propio éxito?
¿Recuerdas lo que sentías cuando eras pequeño y escribías la carta a los Reyes Magos? Haz lo mismo ahora. Siéntate y escribe qué quieres para tu vida a partir de este momento. Verás cómo sientes un cosquilleo en la barriga. Es el efecto de tu energía vital.
Todo lo que desees, está ahí para ti.
Así que, por favor, prográmate para ser feliz. Únicamente tienes que encender el interruptor que hay al lado de tu corazón.
¿Lo ves? Conéctalo sin miedo.
Hazlo. ¿Sientes la luz?
Ya no hay marcha atrás para proyectar tus deseos.
Felices fiestas y feliz Año Nuevo.
Escritor-Coach organizacional-Consultor Experto en Cultura y clima de organizaciones
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