He aquí la tendencia más impactante en la publicidad moderna: el giro político
Hace más de 50 años, una noticia podría tardar un lapso de 3 días en recorrer el mundo, generando reacciones que luego tomarían más tiempo en ser discutidas, diseminadas y expresadas de vuelta. Por ejemplo, los titulares de la segunda guerra mundial solían llegar con retrasos de 1 día a Suramérica, todo debido a las limitaciones de un mundo que buscaba la integración tecnológica.
Ya eso no es así, los medios son infinitamente más rápidos, las noticias y los mercados se mueven a pasos indetenibles y sus repercusiones pueden verse a tan sólo horas después de que los hechos hayan ocurrido. Ya no hay barcos ni telegramas que lleven las informaciones de un lugar a otro, sino que contamos con cables submarinos cargados de fibra óptica en donde los datos viajan a una velocidad indescriptible.
El universo de las redes sociales es una consecuencia de ese mundo que hemos creado, una prueba clara de ello es cómo monitoreamos y seguimos las tendencias en tiempo real, haciendo uso de herramientas que nos permiten ser los artífices de verdaderos cambios en los planos económicos, políticos, sociales y culturales.
El implacable camaleón
El ámbito publicitario lleva el sentido de cambio en su genética, se ve obligado a retarse a sí mismo de acuerdo a los cambios que ocurren. Se siente amenazado cuando las cosas parecen estancarse y brilla cuando más cuesta arriba se ve su camino. Con el marketing digital, su aspecto y comportamiento han cambiado, ya no es tan necesaria la imprenta, sino la urgencia de contar con una creatividad ilimitada, fundirse con el medio y sobre todo emocionar a las audiencias.
Los publicistas siempre han tomado riesgos, pero en 2017 se aceleró un proceso que no tiene marcha atrás y que puede alterar para siempre el modo en cómo concebimos las campañas o estrategias tradicionales y no tradicionales. Si muy bien, el “Social Advertising” (publicidad de carácter social) lleva varias décadas existiendo, es ahora cuando cobra mucha más relevancia.
Dime quién eres
Un estudio realizado el año pasado, logró confirmar que el 70 por ciento de las audiencias cree que las marcas deberían definir su posición política, hacer claro su mensaje con respecto a las preocupaciones del presente. Los consumidores ya no buscan sólo un anuncio, sino acciones determinadas por parte de las compañías.
Lo que antes era visto como sacrilegio, hoy ya no es un terreno restringido para los grupos creativos detrás de los más ambiciosos mensajes publicitarios de nuestros tiempos.
Las masas se encuentran en una conmoción constante, su decepción hacia el establecimiento político parece ser la causa de toda esta revolución, es por ello que el público exige (más que nunca) una mayor honestidad por parte de las empresas a la hora de transmitir sus mensajes, hasta el punto en donde la línea que divide la política de la publicidad no se logre distinguir.
Just Do It (sólo hazlo)
El caso de éxito más reciente fue la campaña de Nike en conjunto con el deportista Colin Kaepernick, controversial personaje debido a su ahora famosa protesta frente al himno nacional de los Estados Unidos, al no mantenerse de pie sino con una rodilla en el suelo en llamado a los incidentes raciales que tanto aquejan a la nación del norte de América.
En el 30 aniversario de su slogan Just Do It, lanzaron una campaña gigantesca llamada Dream Crazy, acompañada de un vídeo corto que logró viralizarse en cuestión de horas. La reacción del público fue inmediata, en cuestión de horas muchos sectores conservadores de la sociedad participaron en un boicot que contó con la quema de mercancía relacionada a la marca. Pero al mismo tiempo, muchos otros fieles seguidores sintieron que Nike estaba enviando un mensaje muy directo, adaptado a las realidades políticas y sociales de hoy.
Ni los creadores de tal estrategia publicitaria se imaginaron que las acciones de Nike luego explotarían en la bolsa de valores de Nueva York, que Colin Kaepernick después de ser expulsado de su equipo, volvería a entablar charlas para volver a participar en la NFL y que sus anuncios pasarían a la historia como un gran hito en la ciencia de la publicidad.
Las marcas ya no pueden seguir siendo ese ente lejano, ajeno a todo lo que afecta la vida de los consumidores, el acercamiento es algo vital y que debe ser reforzado de cualquier manera posible. No es suficiente con usar presupuestos gigantescos e invadir espacios tradicionales, la receta que siempre está presente en estas campañas célebres reside en el nivel de humanización que se esconde detrás de cada detalle.