Hereje, rebelde e irracional

Hace ya muchos años, un líder al que todos admirábamos donde trabajaba y que estaba por jubilarse nos dio una charla sobre los aprendizajes de su vida. De todo lo que dijo, algo resonó tanto en mí que hasta hoy lo recuerdo. Dijo: «Siempre he sido un hereje, sean ustedes también herejes, porque si nadie cuestiona el statu quo nada cambiará para bien».

Alguien me escucho contar esta historia hace poco y me corrigió la palabra “hereje” por “rebelde con causa”. Puede que esto sea más claro para algunos. Lo importante es que desde esa charla reforcé mi creencia en no aceptar dogmas y que todo puede y, eventualmente, debe ser cuestionado con ánimo de entendimiento constructivo: esto me lleva a querer saber siempre cómo funcionan las máquinas, los procesos, los sistemas y la cultura, para buscar mejores formas de lograr resultados. Así, hemos descubierto y arreglado procesos que eran muy difíciles o costosos de operar, otros que realmente no cumplían su objetivo, o peor, unos que no estaban claros en sus metas o quiénes eran sus clientes.

Lamentablemente, no he encontrado que lo común en las empresas sea promover en los empleados este ánimo de entender y cuestionar. Tal vez porque es más fácil como jefe que simplemente me hagan caso. O tal vez porque los mismos líderes no entendemos algunas de las cosas que pedimos.

Sin embargo, una y otra vez vuelvo a concluir que si no buscamos entender lo que hacemos y por qué lo hacemos, no podremos darnos cuenta de los recursos que estamos desperdiciando o, peor aún, hacia dónde estamos llevando a la organización.

Por tanto, si quieres tener una organización que mejora y que no se vuelva obsoleta, debes fomentar en todo empleado el querer comprender y cuestionar lo que se hace, así no sea tan cómodo como solo dar órdenes y que estas se cumplan.

George Bernard Shaw escribió:

«El hombre razonable se adapta al mundo. El irracional persiste en tratar de adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo progreso depende del hombre irracional».

Así es que tomemos el riesgo y probemos ser algo herejes, rebeldes e irracionales. 

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Hola, mi nombre es Federico pero me conocen más por Fico. Me apasiona la capacidad que tenemos los líderes de las empresas privadas para influir en la vida de nuestros trabajadores, las familias de ellos y la sociedad en general. Todo esto a través de buenas prácticas de gestión y buen liderazgo.

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