Hiperbolismo maradónico
La mayor injusticia deportiva.
El pueblo argentino, recién salido de una aniquilante dictadura, se agarró al “dios fútbol” como una salvación, como una liberadora catarsis, en la que canalizar tanto tormento acumulado.
Y apareció un futbolista del montón, que con una jugada que vemos cada semana, en cada Mundial, por cientos de jugadores que se quedan en el anonimato, hicieron que un cúmulo de circunstancias: Mundial, necesidad afectiva y locura desproporcionada futbolística del país le llevaran al estrellato. Ese gol a Inglaterra es mejorado cada semana en todas las ligas.
En el Nápoles ganó dos ligas y una Uefa, siendo en muchos momentos eclipsado por la Juventus de Platini. Jugador gris en el resto de equipos, incapaz de ganar ninguna de las 3 copas Américas que disputó.
Humillado por Alemania en su penosa etapa de entrenador. Su etapa personal es la de alguien que perdió el norte hace tiempo. DEP Maradona.
Subsecretario de Gestion Administrativa en Ministerio de Seguridad de la Nacion
9 añosTrate de buscar entre gente vinculada al deporte y la sociologia como Claudio Destefano, Andrés Hatum, Hernan Etiennot o Gustavo Silikovich alguna explicación a este artículo realmente incomprensible para los argentinos. Reconozco que Diego no ha obrado con el ejemplo en su vida personal en muchisimos actos que por supuesto no comparto ni inculco a mis hijos. Pero de ahí a que se desconozca su capacidad y su talento futbolístico y trayectoria, hasta ahora igualados solo por Lio, es de un absoluto desconocimiento de lo que es el futbol y su historia. Es el mismo desconocimiento e improvisación al querer asociar los goles de Diego en el Mundial 86 a una catarsis liberadora de la dictadura sin haber leido o haberse interiorizado sobre la historia argentina y la realidad de su pueblo. Como siempre digo, escribir en Pulse no es para cualquiera.