Hoy quiero hablar bien de Venezuela...

Hoy estoy especialmente emocionado en escribir en mi blog, recién acabo de llegar de dar una charla a un grupo de alumnos en su última clase del postgrado de Planificación, Desarrollo y Gestión de Proyectos de la Universidad Monteávila en la ciudad de Caracas, Venezuela, y es imposible no contagiarse de esas energías que te da, saber que pese a las adversidades, aún tenemos mucha gente formándose, creyendo y apostando por un futuro mejor.

Emocionado porque desde hace tiempo me aventuré a escribir líneas sobre mi vida profesional y mi mensaje ha llegado a gran cantidad de personas, es por ello que hoy fui invitado para hablar sobre mi último artículo, "No es diáspora, no es freelance" y ahondar un poco sobre mi experiencia como Project Manager en uno de los países más complicados para vivir actualmente, mi amada Venezuela.

Como muchos sabrán de alguna forma u otra, mi país esta pasando por una crisis económica y social profunda, que nos ha sumergido en niveles de pobreza impensables en muy corto tiempo, con una descomposición increíble en cualquier sector de nuestra sociedad; eso hace que los profesionales tengan motivos de sobra para emigrar, buscar nuevos horizontes y soñar con un crecimiento profesional fuera de nuestras fronteras. ¿Pero que esta pasando con los que aún estamos acá?, ¿Cómo luchar para que esa ola de crisis que nos golpea día a día no afecte nuestros proyectos?...

...es todo un arte.. pero hoy quiero hablar de cosas buenas...

Todos los días nos golpea nuestra cruda realidad, desde donde la veamos, pero sería injusto no nombrar aquellas cosas que actualmente están sucediendo en nuestro país y que podemos aprovecharlas y hacer que impacten positivamente sobre nuestra proyección profesional:

• Aún tenemos excelentes universidades, reconocidas, que ofrecen una matrícula a precios accesibles que nos permiten formarnos en distintas áreas profesionales con profesores altamente capacitados. Una semestre de postgrado en una universidad privada tiene un costo promedio de $50, o incluso, las universidades públicas con excelente reputación aún son totalmente gratis. ¿Cómo dejo de hablar de las 2 universidades que acaban de recibir los premios más importantes del Modelo de Naciones Unidas de la Universidad de Harvard?
• Aún tenemos grandes instituciones como el PMI, Wayra, Ideas, activos en nuestro país, aplicando certificaciones, empeñados a toda costa de organizar congresos, talleres, coloquios, contra viento y marea, y haciendo un esfuerzo enorme por mantenernos conectados con las tendencias profesionales a nivel mundial y a costos accesibles.
• Motivado a la crisis y a la emigración, se están abriendo una cantidad importante de vacantes y puestos claves en muchas corporaciones, lo que ha permitido dinamizar las empresas, brindándole grandes oportunidades a talentos emergentes, ávidos de demostrar las cosas que pueden hacer.
• Debido a la gran distorsión económica y a la falta de competitividad de nuestra moneda, muchas empresas globales, de consultoría, tecnología, marketing, etc. están volteando sus ojos hacia la mano de obra venezolana, que les ofrece mayor rentabilidad, calidad y eficiencia. Al cambio de atractivos paquetes salariales y dándoles oportunidades a grandes profesionales de destacarse en distintos roles.
• Como consecuencia de la diáspora de los 2 millones de Venezolanos que se encuentran en el exterior, muchos de estos profesionales han abonado el terreno para otros compatriotas, demostrado día a día lo que son capaces de hacer en puestos claves en el exterior, trabajando con pasión y empeño para ganarse un puesto, dándole paso y sirviendo el lobby perfecto a nuevos profesionales que aún no han dado el paso de emigrar. ¿Cómo no hablar por ejemplo del reciente nombramiento de la Venezolana María Teresa Arnal como nueva directora de Google para México?, o del ¿Joven Venezolano que salvó una vida a una oficial en un Mac Donald`s en Miami?

Pues hoy me provocó hablar de cosas buenas... Hoy decidí dejar a un lado todos los problemas que nos invaden día a día y decreté contagiarme de cosas positivas.

Quizás me acusen de ser demasiado optimista, utópico, soñador, pero hoy más que nunca reafirmo que de las crisis surgen las mejores oportunidades...