IMPUESTOS AL ALCOHOL EN ESPAÑA.
La tradición vinícola de nuestro país hace que se busque y se consiga tener los impuestos más bajos de alcohol en España. Sin embargo las bebidas espirituosas son las grandes perjudicadas cada vez que hay que subir los impuestos ya que, junto al tabaco, son los denominados “impuestos del vicio”, y pocas personas o instituciones se quejan.
LOS ESPIRITUOSOS, CASI AL 50%
Los impuestos al alcohol en España diferencia dos tipos: el cultural y el ocioso.
En el primer tipo entran la cerveza y el vino, tanto la cebada como el fruto de la vid tienen una tradición milenaria tanto en el Mediterráneo como en Europa.
Por cada envase de cerveza se paga el 22% de impuestos, por su parte el vino, paga el 21% por botella. Si el vino es de alta graduación, el impuesto sube.
La industria vinícola lleva años luchando para que los impuestos sean del 10%, como los alimentos. Mientras, los espirituosos, como el ron, whisky y vodka, tienen un gravamen superior al 40%.
IMPUESTOS ESPECIALES
El alcohol pertenece al grupo de impuestos especiales, que se rigen por la Ley 38/1992, y se gravan los costes del producto y la aplicación del IVA al conjunto, el objetivo, en teoría, es disuadir del consumo ese producto, en éste caso el alcohol, para incentivar el ahorro o evitar enfermedades alcohólicas, sin embargo como se trata de una demanda inelástica ( no sube ni baja dependiendo del precio ), lo que realmente consigue el gobierno es obtener altos ingresos en impuestos.
UNION EUROPEA
Aunque los impuestos al alcohol son en España, no hay unidad respecto a Europa, ya que no les hace gracia que no haya homogeneidad dentro de los países miembros. Por eso hay amenaza de homogeneizar el tipo de gravamen, pero antes de eso, hay que vérselas con los lobbys de vino y cerveza europeos, que son muy fuertes.
Sí debemos sumar el “impuesto ecológico” al continente, conocido como “PUNTO VERDE”, es decir, la botella. Los productores de envases y embalajes son responsables de sus residuos, así evitan los vertidos descontrolados y perjudiciales para la salud humana y el entorno, que varía según el número de envases y garantiza la reutilización de materiales.
En resumen, las bebidas alcohólicas pagan según su tipo y su graduación. La Ley distingue entre cerveza, vino, productos fermentados, impuestos sobre productos intermedios e impuestos sobre alcohol y bebidas derivadas.
En Canarias, el tipo impositivo sobre vino y productos derivados son distintos.
Los impuestos armonizados a nivel comunitario ( con las excepciones y exenciones propias de cada país ) son: Alcohol, bebidas derivadas, cerveza, hidrocarburos y tabaco.
Los impuestos no armonizados a nivel comunitario son: electricidad y determinados medios de transporte.