Innovatividad: Una métrica para tasar el potencial para innovar de cualquier grupo humano
Desde hace muchos años, en @Eureka nos hemos referido al potencial de producción de soluciones novedosas de personas y organizaciones con el término “Innovatividad”, en lugar de hablar de Innovación. Incluso lo hacíamos en tiempos ya remotos, tiempos en los cuales nos criticaban por utilizar palabras inexistentes en el Diccionario de la RAE, en espacios juveniles como lo era nuestro Premio a la Innovatividad Universitaria.
Por cierto que logramos despejar nuestras inquietudes en relación a este tema al conocer una célebre anécdota del maestro de la lengua castellana, Don Miguel de Unamuno. Cuentan que al final de una conferencia el maestro fue reprendido por un oyente por hacer uso de una palabra que “no aparecía” en el diccionario de la Real Academia Española. Ante la crítica y sin pensarlo mucho, dicen que el maestro respondió… “No te preocupes hijo que ya aparecerá, ya aparecerá”. Con ésta queremos, también, proponer un paréntesis de reflexión sobre si creemos que pueda existir alguna relación entre la flexibilidad, o rigidez, en el uso del lenguaje y la “innovatividad” de las personas. Ya hablaremos de ello en otra publicación.
Volviendo al tema, definimos “Innovatividad” como la Capacidad y Disposición para innovar; para concebir, diseñar y materializar soluciones nuevas generadoras de valor a problemas o necesidades de todo tipo.
Igualmente importante es destacar que consideramos que esa capacidad y disposición para innovar tienen expresiones muy nítidas y diferenciadas si observamos a personas o nos ocupamos de colectivos, de empresas o grupos humanos de cualquier naturaleza. Lo que nos llevaría a concluir que podemos hablar tanto de Innovatividad Individual como de Innovatividad Colectiva u Organizacional.
A partir de esta concepción y convencidos de que el potencial creador de un grupo de personas que actúan orientados al logro de propósitos comunes, planteamos la noción de lo que hemos denominado el “Ying y Yang de la Innovación”, como la integración de dos fuerzas íntimamente integradas como la Innovatividad Individual y la Colectiva.
O representando de otra manera esta noción de Ying y Yang, podemos hablar de:
- Gerencia de la Innovación, como la capacidad y disposición de las personas para producir nuevas soluciones generadoras de valor
- y la Innovación en la Gerencia, como la capacidad y disposición del colectivo para asegurar la adopción e instalación de propósitos, estrategias y procesos de trabajo, que permitan disponer de una organización que inspire y motive a su gente y los estimule a dar lo mejor de sí mismos en todo momento.
La integración de estos dos componentes nos permite así, concebir un modelo para medir y calificar el potencial para innovar de cualquier grupo humano. Proponemos una Métrica de la Innovatividad constituida por los siguientes elementos:
- Innovatividad Individual como el resultado de la suma las mediciones de las dos dimensiones correspondientes a cada uno de los integrantes de los grupos de innovación:
- Disposición: expresada como el conjunto de Creencias y Valores que definen las actitudes individuales relativas a la creación constante de cada uno
- Capacidad: Percepción de cada integrante del grupo acerca de las prácticas cotidianas claves para sostener las conductas innovadoras
2. Innovatividad Colectiva como el resultado de la medición de:
- Disposición: Propósitos declarados por el grupo y las estrategias definidas para el logro de los mismos
- Capacidad: Herramientas y Sistemas puestos a disposición de los equipos de innovación para apoyar y estimular sus esfuerzos creativos
En entregas futuras, exploraremos en mayor detalle la estructura y contenido de cada uno de los elementos identificados y lograr así establecer algún indicador de potencial innovador de las organizaciones o grupos humanos en general.