INTERNACIONALIZACIÓN Y TELEMIGRACIÓN.
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INTERNACIONALIZACIÓN Y TELEMIGRACIÓN.

  • “Las nuevas tecnologías están incrustadas en los propios productos, expandiendo el modo en que los productos crean valor y desplazando la esencia de la competitividad” - Michael Porter, 10 de Octubre 2018 en entrevista para El Confidencial.

No es novedad para las empresas salir a buscar clientes o socios fuera de sus fronteras de origen. Lo que sí es novedad, es la aceleración en la aceptación del uso de la tecnología en nuestras vidas. Particularmente, esta aceleración se dio en los últimos dos años y principalmente por las políticas públicas que buscaron dar solución a la pandemia.

Así, miles de personas y empresas se vieron obligadas a ingresar al mundo digital. Sean decisores, empleados o clientes. Además, tuvieron que aceptar cambios en las formas de sociabilizar y trabajar.

En esta aceleración, el concepto de “Telemigración” apareció y merece ser conocido.

El término llegó recientemente de la mano de Richard Baldwin y podemos entenderlo, en nuestra palabras, como: la opción o capacidad que tienen los trabajadores del mundo para ofrecer sus habilidades y competencias principalmente digitales en otros países que no son su lugar de permanencia habitual. Es decir ofrecen su trabajo inmaterial o que pueda realizar de un país a otro a la realidad física.

En nuestra conceptualización anterior, priorizamos a un actor: El telemigrante. Es el trabajador que ofrece sus “horas hombre”. Sin embargo, queda implícito que del otro lado hay alguien que lo contrata. Normalmente será una empresa. También debe considerarse la soberanía de los Estados y, según éstos hayan acordado, debe pensarse en las Organizaciones Internacional Gubernamentales. Por último, pensemos en la “relación” entre la empresa (en un país) y el empleado (en otro) en la cual la Telemigración encuentra su fortaleza.

Por otro lado, tenemos que pensar en los sectores que se relacionan directamente al teletrabajo: negociaciones internacionales, comercio exterior, productoras de arte o cultura, programación, diseño digital, la enseñanza, traducciones, finanzas y banca, asesoramientos,  etc. que permiten a las empresas y a los trabajadores disponer de opciones internacionales relacionadas a sus demandas y preferencias.

Unos pagarán menores costos y otros maximizarán ganancias. En un ejemplo hispanohablante: El mercado de empresas IT español puede internacionalizar algunos trabajos con empresas o trabajadores de Hispanoamérica. Los costos en recursos humanos para esas empresas españolas serán menores y los trabajadores en Méjico, Colombia o Argentina recibirán salarios acordes o mejores a los que podrían conseguir en sus propios países. Además, los telemigrantes ampliarán su mercado laboral según sus habilidades. Principalmente idiomáticas, técnicas y artísticas.

Ahora hagamos algunas advertencias a esta realidad: 1) los costos se reducen para las empresas pero hoy no son un factor determinante. Las experiencias de los clientes actuales son parte de las demandas del servicio ofrecido. La competitividad se desplazó así a escalones más bajos para dar lugar a experiencias que requieren servicios adicionales. 2) Las grandes empresas (que internacionalizan trabajos) después de un tiempo, “se llevan” al telemigrante a donde lo necesite produciendo una migración real desde los países menos desarrollados hacia los más desarrollados con todas sus implicaciones. 3) La educación del trabajador por si no alcanza. Se necesita cierta estructura laboral en ambos extremos para lograr una telemigración exitosa. 4) El sistema de gobierno, sus políticas económicas y su respeto a la propiedad influyen profundamente en la cantidad de telemigración que se realizará en cada país, incluso en los flujos de dinero resultantes. Otras advertencias que se podrían ver son: el nivel de corrupción, aspectos culturales (sociales y empresariales), respeto a la buena fe, etc.

A pesar de esas advertencias, y como conclusión, la telemigración es una opción laboral que brinda oportunidades a ambos extremos de la relación laboral. Empleados y empleadores. Quienes encontrarán soluciones alternativas a sus necesidades y que además, como todo lo que tiene base en la virtualidad o inmaterialidad, se moverá mucho más rápido que las regulaciones de los Estados, provocando un aumento real en los niveles de intercambio del comercio exterior de servicios. Y debemos saber que es la nueva globalización que está llegando.

CONCEPTOS:

TELEMIGRANTE SEGÚN R. BADWIN: Es el tercer proceso de desagregación (unbundlings) que ha marcado la historia económica moderna: “cuando el trabajo se separa de la prestación de servicios”. Los avances en términos de tecnología digital, robotización, realidad virtual, interpretación y traducción de lenguaje natural, entre otros, permitirá a una persona trabajar desde un país hacia otro.

INTERNACIONALIZACIÓN: Es un proceso donde una empresa sale a mercados extranjeros para vender sus productos o servicios. Puede ir en solitario o en conjunto con otras empresas.

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