JEFES, PERSONAS, LIDERES Y AMIGOS
A menudo me he posicionado en contra de la mítica frase de "yo al trabajo no vengo a hacer amigos". Mi respuesta a esa frase siempre ha sido "pues deberías!".
Es cierto que has de tener un importante grado de madurez para aplicar esto, y has de ser capaz de diferenciar la relación personal de la profesional, pero si eres capaz de hacerlo de manera armónica, sin que apenas se note la diferencia, sin que tengas que evidenciar cuándo estás en una y cuando en otra....eso es el nirvana de la dirección de personas.
Es cierto también que la exposición personal de uno mismo al hacer esto es tremenda. Si algo sale mal, el desgaste es brutal, los efectos negativos se multiplican y las consecuencias tienen un mayor alcance. Tus detractores se vendrán arriba, y deberás ser muy muy fuerte para mantener la filosofía elegida.
Cuando tratas de dirigir personas desde este enfoque prioritariamente humano, has de convertirte en psicólogo y, sobre todo, has de tener una velocidad de adaptación a tu interlocutor extraordinaria. Debes ser capaz de cambiar tu rol al de la persona que tienes delante y, ojo, una vez que te decides por este camino, no hay marcha atrás. No puedes iniciar una dirección a nivel personal y pasarte luego al "ordeno y mando". Eso no va a funcionar.
La magia de esto ocurre cuando generas un grupo alineado con esta forma de trabajar, cuando cada uno, manteniendo su personalidad e independencia, entiende el sentido del equipo, la visión del líder y, no solo la comparte, sino que cada día contribuye a fortalecer ese ecosistema.
Como no puede ser de otra manera, cuando algo sale mal (que sale), uno se plantea si está acertado, si no sería mejor no exponerse tanto, si no sería mejor otro camino. Eso es inevitable. El camino fácil es desistir, abandonar o cambiar a un carril más cómodo.
Y de repente llegan los "campos embarrados", llegan las crisis y ahí es donde los "ordeno y mando" pierden fuerza, ahí es donde es imposible mantenerte arriba sin que los demás te sujeten, ahí es donde los liderazgos se consolidan...o se desploman. Ahí es donde no sirve el "soy el jefe", ahí es donde la gente se juntará y donde los equipos no distinguirán organigramas o jerarquías escritas, o sale natural, o no funciona.
En un momento como el actual, donde casi todos hemos mandado mensajes a nuestros amigos, donde nos hemos preocupado por gente a la que queremos, el estar en un grupo de trabajo donde esos sentimientos se pueden palpar, es un privilegio que no todos pueden disfrutar. Cierto que se debe mantener la fuerza, el ánimo alto, la motivación....pero tampoco se ha de tener miedo a mostrarse humano.
Esta crisis se superará, los profesionales lo harán a una velocidad y los amigos, a otra. Si has sido capaz de combinar las dos cosas, tu velocidad será la más adecuada posible y ese equipo marcará la diferencia.
Por ese motivo, llevo varios años yendo al trabajo "a hacer amigos"...y no me va nada mal.
Delegado en Asturias en Grupo Estrella Damm.
4 añosOpino lo mismo, sabiendo diferenciar, también me gustan de vez en cuando los campos "embarraos " para saber con quien me juego las habichuelas y no sólo hacer clientes, ni trabajar con compañeros, sino también hacer amigos sin comillas y con todo lo que eso significa para salir a jugar a esos campos "no tan bien cuidados"
Certificacion Volkswagen Europea Asesor Comercial en Volkswagen Group España Distribucion
4 añosDesde luego me hace pensar de otra forma, y más ahora, donde surgen más amigos que compañeros. Gracias por tu aporte!!!
Senior, automoción, posventa, formador
4 añosMuy buena reflexión Fran. Un abrazo
Auxiliar administrativa en GBA asesores
4 añosFelicidades, por poder desempeñar ese roll. No es fácil. Importante también en estar rodeado de un buen equipo humano.
Training & Development Consultant
4 añosFran, te has currado un buen equipo y has predicado con ejemplo, estoy segura que saldréis de esta situación reforzados. Mucho ánimo Fran!!!