JOSEPH BEUYS Y EL ARTE PERFORMATIVO
Los años 60s suponen una radicalización de muchos de los planteamientos de las vanguardias de principios de siglo, también la irrupción de nuevas "operaciones estéticas" (por no decir nuevas artes).
Una de las novedades radicales es la consideración del cuerpo como soporte estético, de una manera bastante diferente de la danza y el teatro, las artes tradicionalmente "corporales". El cuerpo irrumpe y la performance o el happening impactan por su novedad y la virulencia de sus contenidos.
Joseph Beuys es un personaje clave para entender ese proceso. El arte de Beuys pretende liquidar las barreras habituales entre el arte y la vida, el arte y la política, el arte y la ecología. Apunta a la totalidad, al cambio de mentalidad, al cambio de sensibilidad. El artista se vuelve un "chamán", un sanador de una civilización en crisis.
El mesianismo de Beuys coincide con otras propuestas como las del accionismo vienés, las de Ana Mendieta, las de Marina Abramovic y Ulay, las de Vito Aconci, por citar algunos de los más destacados. No olvidemos el grupo Fluxus e incluso los conciertos-happening de John Cage.
El próximo miércoles, en Pèrgam llibres, seguimos hincándole el diente al arte moderno. A las 19 horas.