¿JUGAMOS A MÉDICXS Y CONSULTORXS?

Por qué no debes pedir consejo médico en la calle y por qué sí te conviene tener a un/a consultor/a cerca.

Desde hace varias generaciones, todos los hombres de la familia de mi padre, incluido él, han sido #médicos de prestigio. Todos tenían otra característica en común, un ingenioso sentido del #humor.

Una vez, mi abuela me contó que, paseando por la calle principal de #León, un señor se acercó a mi abuelo y le dijo: “Doctor Calvo, necesito que vea lo antes posible”, a lo que mi abuelo rápidamente le contestó: “Por supuesto, pase mañana por mi consulta”. El señor le respondió: “No quiero perder tiempo, ¿le puedo contar ahora mi caso?” a lo que mi abuelo le dijo: “La verdad es que creo que no es el mejor momento, ni el lugar adecuado”. El señor, impacientándose, le contestó: “¡Necesito que sea aquí y ahora!” a lo que mi abuelo, suspirando, le dijo: “Está bien, ¡quítese la ropa!”. El hombre, muy enfadado, se dio media vuelta y sin mediar palabra, se fue. Mis abuelos se estuvieron riendo durante todo el paseo (y el resto de la familia durante décadas).

Esta situación es una excepción a los cientos de ocasiones en las que la gente le explicó su caso, y, de buen grado, le dio su opinión médica. En realidad, creo que todxs tenemos algún médicx cerca, familia o amigx, al que medio avergonzadxs, en una pausa de una cena, le hemos enseñado una peca, por miedo a que sea algo peor… Al igual que, probablemente, el conocido de mi abuelo en esa calle de León, no es por ahorrarnos el dinero de la consulta, sino porque confiamos en ellxs y queremos quitarnos rápido esa preocupación.

¡LO MISMO PASA CON LXS CONSULTORXS!

Es una #profesión vocacional. Quienes estamos en esto, no estamos “en línea”, al otro lado, en las empresas que contratan #Consultoría. Nos “va la marcha”. Nos gustan los retos difíciles y los proyectos diferentes. Somos como médicxs de diversas especialidades (#contable, #fiscal, #laboral, #RRHH, #tecnología, #marketing, etc.), personas curiosas que entienden y quieren ayudar a los demás.

¿QUIÉN NO QUIERE TENER UN/A AMIGX QUE LE AYUDE CUANDO MÁS LO NECESITA?

De la misma manera que antes lo hicieron mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo y mi tatarabuelo, estaré encantado de escucharte, darte mi opinión, hacer las pruebas necesarias para averiguar qué te pasa, ayudarte e incluso acompañarte en el proceso. La mayoría de las veces será gratis, porque somos amigxs. Y, si somos amigxs, entenderás su valor, e incluso, algunas veces, me pagarás lo que cuesta y no te aprovecharás de mí.

Si eres de las personas que no se aprovechan de lxs demás, aunque a veces necesites quitarte una preocupación rápido y gratis, contacta conmigo. Quiero conocerte, saber tu caso, entender qué te alegra y qué te preocupa. Yo te iré contando de lo que sé, no para intentar sacarte el dinero (¡ya somos amigxs!), sino para que sepas en qué puedo ayudarte.

De todo esto, me gustaría destacar varias lecciones importantes:

1. No debes pedir opinión médica en un lugar en el que no puedas quitarte toda la ropa.
2. El lenguaje inclusivo convierte los textos en jeroglíficos (aunque no cuesta leerlos y la causa es buena).
3. Vale la pena tener a un/a consultor/a de amigo. Yo me ofrezco. Contacta conmigo y cuéntame cómo te va, en qué estás metidx, etc. y juntxs pensamos en qué te puedo ayudar.

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