La Ansiedad Tecnológica: Liderar en la Era de la IA

En mi rol como Vp. de Operaciones en Tigo he presenciado cómo la inteligencia artificial (IA) ha revolucionado las expectativas y las dinámicas dentro del sector tecnológico. Sin embargo, este cambio veloz y constante también ha generado un clima de ansiedad entre los líderes de nuestra industria, quienes nos vemos obligados a seguirle el ritmo a cada avance. Esta realidad plantea una serie de retos y oportunidades que exigen un equilibrio entre la urgencia del cambio y la profundidad del conocimiento.

Hoy en día, la IA es el motor de transformación en muchas industrias; las noticias, los casos de éxito y las constantes publicaciones en redes sociales alimentan esta sensación de urgencia por demostrar capacidad y liderazgo tecnológico. Sin embargo, este flujo incesante de información puede ser abrumador. La velocidad con la que aparecen nuevas soluciones tecnológicas deja poco tiempo para evaluar de manera adecuada sus implicaciones o para comprender cómo aplicarlas en contextos específicos. Así, la carrera por obtener resultados inmediatos a menudo sacrifica un verdadero entendimiento para implementar soluciones sostenibles.

A pesar de estos desafíos, estamos ante una era de oportunidades sin precedentes. Lo que antes tomaba años en desarrollarse ahora puede suceder en cuestión de días. Esto ofrece a las Organizaciones una capacidad de optimización y mejora de procesos que antes resultaba impensable. No obstante, aprovechar plenamente estas oportunidades requiere algo más que velocidad: exige también un conocimiento sólido de los fundamentos de la tecnología. Es aquí donde el equilibrio entre avanzar rápidamente y aprender en profundidad se vuelve crucial. 

Mi recomendación para los interesados en la IA es simple: debemos regresar a las bases del estudio, leer, investigar, experimentar y, cuando sea posible, programar utilizando las herramientas que la inteligencia artificial generativa (GenAI) nos ofrece como tutora. Estos son pasos esenciales para adquirir un conocimiento profundo. La IA es vasta y compleja, y si no llegamos a esa profundidad, corremos el riesgo de tomar decisiones superficiales que no respondan a las necesidades específicas de nuestras empresas. Curiosamente, las mismas tecnologías que estamos explorando pueden guiarnos en este proceso de aprendizaje, brindándonos una nueva forma de dominar su uso práctico.

En el caso de los proveedores de servicios de telecomunicaciones, por ejemplo, las oportunidades que ofrece la IA son gigantescas. Cada día, las redes y los servicios generan miles de millones de datos operativos, los cuales pueden ser aprovechados para mejorar la calidad del servicio al cliente, optimizar procesos, reducir costos y maximizar el uso, así lo estamos intentando en Tigo con algunos resultados ya exitosos, y no solo en términos operativos, el campo de acción de la IA es amplio, por ejemplo, puede jugar un rol importante en la optimización del consumo energético, ayudando a minimizar la huella de carbono. Estas aplicaciones también posicionan a las empresas de telecomunicaciones como líderes en sostenibilidad y competitividad, entre muchos otros frentes más.

Por eso mi consejo para liderar en la era de la inteligencia artificial es desarrollar la capacidad de administrar la necesidad de ir a la par de la evolución tecnológica con la necesidad de conocer a fondo la tecnología, pues como dicen por ahí “no por correr más rápido se llega primero”.