La aparición de una idea
Una idea comienza a surgir más o menos vívida, más o menos volátil.
Ante su revelación, si nos parece fértil para alimentar una historia literaria, es aconsejable que la registremos de la manera más rápida y por ende más directa. En su estado puro, por más que nos resulte poco clara al momento de hacerlo, y nos surjan ganas de darle una mejor forma antes de fijarla.
Ya habrá tiempo para darle forma, lo urgente es registrarla ya que, por su condición de fugaz, si no actuamos con prisa, podemos olvidar fragmentos o incluso la idea entera.
En el patio de juegos, la mente del escritor
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Habiendo registrado una idea, o al menos su esencia, ya tenemos el motor que hará avanzar la trama que se nos ocurra tejer. Se trate de un poema, un cuento, o una novela, la trama irá ramificándose en elementos que, si logramos interconectar de una manera clara, podremos darle un sentido completo a lo escrito.
Al adoptar un formato estético, versos, párrafos, capítulos, irán conformando una sinfonía que puede ser armónica o no. Saber acercarla a la armonía es tarea del escritor, e implica la participación de algo que podemos llamar talento. Un talento para combinar palabras y signos de manera tal que lo escrito resulte agradable a los sentidos de quien lo lee. Si se lee solamente, será agradable a los ojos, a la imaginación, y si además podemos escuchar la narración de la trama, entonces también apreciaremos la musicalidad, el ritmo, el tono de su voz.
(¿Llegaste hasta acá? ¿Qué opinás: ¿Podrá Sheldon acordarse de su gran sueño y, así, utilizar esa genial idea para inventar o descubrir algo? ¿O será que su memoria eidética solo funciona con los eventos de la vigilia?)
La memoria eidética es la capacidad de recordar imágenes, sonidos u objetos con gran precisión, casi como si los estuvieras viendo o experimentando nuevamente, aun después de haberlos visto solo una vez. Las personas con memoria eidética pueden evocar detalles de una manera que parece casi fotográfica, aunque la "memoria fotográfica" es en realidad un concepto más idealizado. La memoria eidética tiende a ser más común en los niños, pero es rara en adultos y no necesariamente se mantiene a lo largo del tiempo.
A diferencia de la memoria visual normal, que se basa en asociaciones y reconstrucciones, la memoria eidética es inmediata y precisa por un breve período después de la exposición inicial.
Empleado administrativo en Honorable Cámara de Diputados de la Nación
4 mesesHola. De niño, me enseñaban a estudiar de memoria. No me gustaba. Me olvidaba una palabra y me perdía. Entonces, decidí entender el tema. Se me hizo más fácil. No volví a estudiar. Sólo debía entender de lo que hablaban, y listo. Gracias por compartir. Abrazo desde Argentina.