La Confianza del Manager: Cómo Liderar Desde la Distancia y Sacar lo Mejor de tu Equipo
Ser manager es un acto de fe. Y cuando no estás directamente en el campo, cuando no son tus manos las que ejecutan, esa fe se convierte en un pilar esencial para tu liderazgo. Pero, seamos honestos: no siempre es fácil. Las dudas nos asaltan, especialmente en ventas o en áreas que requieren resultados tangibles y medibles. ¿Estoy apoyando correctamente a mi equipo? ¿Es esta la persona correcta para el puesto? ¿Les di las herramientas necesarias? Estas preguntas son parte del camino, y no estás solo en ellas.
Este artículo explora cómo los managers pueden navegar esas aguas turbias de incertidumbre, construir confianza con su equipo y sacar su máximo potencial, incluso cuando la distancia o la especialización nos separa de la ejecución diaria.
Cuando la Fe se Pone a Prueba: La Desconexión del Manager
Dirigir a un equipo en un área desconocida puede parecer como navegar en aguas turbulentas sin mapa. El temor a no estar “a la altura” se amplifica cuando los resultados no dependen directamente de tus habilidades técnicas. Simon Sinek, en Leaders Eat Last, dice que el rol de un líder es ser un catalizador de confianza, no de control. Sin embargo, es fácil olvidar esto cuando nos enfrentamos a preguntas que erosionan nuestra seguridad:
• ¿Estoy aportando valor real al equipo?
• ¿Cómo puedo medir su esfuerzo si no entiendo del todo los detalles técnicos?
• ¿Qué pasa si los resultados no llegan?
La clave aquí no es solo entender qué hace el equipo, sino construir un puente de comunicación. Es vital que tus colaboradores sepan que aunque no estés en el campo, estás en su esquina. Aquí tienes estrategias para lograrlo:
1. Aprende el lenguaje del equipo: No necesitas ser experto, pero familiarizarte con sus términos técnicos o procesos básicos muestra compromiso y reduce la barrera de desconexión.
2. Construye confianza con preguntas, no órdenes: En lugar de exigir resultados, pregunta qué necesitan de ti para lograrlos.
3. Crea un entorno donde fallar sea aceptable: Los equipos que sienten que pueden experimentar sin miedo al juicio tienden a innovar más y mejor.
La fe se construye con pequeñas acciones consistentes. Un café semanal, una pregunta genuina o un reconocimiento público pueden ser el comienzo de un vínculo más sólido con tu equipo.
El Peso de la Ansiedad: ¿Estoy Liderando Bien?
La ansiedad en los managers es una realidad poco discutida. A menudo, sentimos que debemos proyectar seguridad y control absoluto, pero esa máscara puede aislarnos. Brené Brown, en Dare to Lead, habla de la importancia de liderar con vulnerabilidad: admitir que no tenemos todas las respuestas no nos debilita; nos humaniza.
Pongamos un ejemplo: estás al frente de un equipo de ventas y, tras tres meses de trabajo, las metas no se han alcanzado. Los miedos comienzan a acechar:
• ¿Y si contraté a la persona equivocada?
• ¿Estoy fallando como líder?
• ¿Es un problema de estrategia o ejecución?
En estos momentos, reflexiona: ¿estás juzgando tu liderazgo solo por los resultados? A veces, el verdadero impacto de tus acciones se ve a largo plazo. Mientras tanto, prueba esto:
1. Reconoce tus emociones: Anota tus preocupaciones específicas. A veces, ponerlas por escrito las hace menos abrumadoras.
2. Habla con un mentor o coach: Compartir tus dudas con alguien más experimentado te dará perspectiva y herramientas para afrontar los desafíos.
3. Redefine el éxito: En lugar de enfocarte solo en resultados, evalúa el progreso y las mejoras continuas. ¿El equipo está aprendiendo? ¿Están resolviendo problemas más rápido? Estas métricas también son valiosas.
Tu equipo observará cómo manejas la ansiedad. Si tú puedes enfrentarla con apertura y resiliencia, ellos también lo harán.
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Confianza Activa: Liderar con Intención, No con Microgestión
La confianza no es pasiva; se construye a través de actos deliberados. Patrick Lencioni, en Las Cinco Disfunciones de un Equipo, señala que la falta de confianza es la raíz de problemas como la falta de compromiso o el miedo al conflicto. Pero ¿cómo se gana la confianza de un equipo?
1. Haz seguimiento regular sin sofocar: Implementa check-ins semanales para discutir avances, pero asegúrate de que no se perciban como control excesivo. Pregunta: “¿Cómo puedo ayudarte a avanzar en este proyecto?”
2. Entrega feedback constructivo: El feedback no solo es para corregir errores, sino también para reforzar lo que está funcionando. Usa la fórmula: “Esto fue excelente porque… y aquí hay una idea para hacerlo aún mejor.”
3. Da autonomía: Permite que el equipo tome decisiones relevantes, incluso si cometen errores. Esto demuestra que confías en su juicio y fomenta el sentido de responsabilidad.
Construir confianza activa también implica admitir cuando no tienes todas las respuestas. Decir “No sé, pero vamos a resolverlo juntos” puede ser más poderoso que aparentar certeza.
Cuando la Persona No Encaja: El Dilema Difícil del Líder
Nada genera más angustia en un manager que sentir que alguien del equipo no es la persona adecuada para el puesto. Jim Collins, en Good to Great, explica que el éxito de una organización depende de tener a las personas correctas en los lugares adecuados. Pero antes de tomar decisiones drásticas, evalúa objetivamente la situación:
• ¿La persona tiene las habilidades, pero no la motivación? En este caso, el problema puede ser el entorno, no la persona. ¿Podrías ajustar sus responsabilidades o darle un proyecto más alineado con sus intereses?
• ¿Es un problema de formación? Invertir en capacitación puede transformar a un colaborador promedio en un jugador estrella.
• ¿He sido claro en mis expectativas? Muchas veces, los problemas surgen porque no hemos comunicado con precisión lo que esperamos.
Si, tras agotar todas las opciones, determinas que no es la persona correcta, actúa con empatía. Ofrece retroalimentación honesta, ayuda en la transición y aprende del proceso para mejorar futuras contrataciones.
El Autocuidado del Manager: Liderar Desde un Lugar de Bienestar
Liderar en incertidumbre puede ser agotador. Según un estudio de Harvard Business Review, los líderes que se priorizan a sí mismos tienen equipos más resilientes y motivados. Esto no es egoísmo; es un acto estratégico.
Aquí tienes tres formas de cuidar de ti mismo mientras lideras:
1. Crea rutinas de reflexión: Tómate 15 minutos al final de cada día para anotar tus logros, aprendizajes y desafíos pendientes. Este hábito te ayuda a mantener perspectiva y a sentir progreso.
2. Busca comunidad: Únete a grupos de líderes donde puedas compartir experiencias y consejos. LinkedIn es un gran lugar para encontrar comunidades activas.
3. Desconecta intencionalmente: Programa tiempo sin reuniones ni correos electrónicos. Usa este espacio para recargar energías y regresar con más claridad mental.
Liderar es un Viaje, No un Destino
Ser manager implica momentos de duda, miedo y estrés, pero también oportunidades para crecer y guiar a otros hacia su mejor versión. Construir confianza no es inmediato, pero cuando lo logras, todo el equipo se beneficia. Recuerda: no estás solo. La próxima vez que sientas que estás fallando, detente, reflexiona y actúa.
Tu equipo no necesita un líder perfecto; necesita uno humano.
¿Te has enfrentado a estos desafíos? ¿Qué estrategias has usado para construir confianza y superar la ansiedad como líder? Comparte tus ideas y aprendamos juntos.
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Ingeniero de Ejecución en Administración de Empresas
1 mesMuy buen artículo aunque lo único que tenga de líder es ser del Colo-Colo