La diferencia entre autoempleado y empresario
Parece lógico, uno tiene una empresa y el otro la está planeando o está comenzando y depende de su propio esfuerzo, pero no es así de simple. Existen muchas personas que aunque ya tienen un negocio o empresa propia, siguen siendo autoempleados y no empresarios, es decir, algunas veces su forma de pensar los sigue haciendo empleados de su misma empresa.
Un autoempleado sueña, desea y planea; vive cada día aspirando a más, si ya tiene un negocio, trabaja a veces mucho más de lo que trabajaba de empleado. Cuando algo sale mal o no como estaba planeado, piensa en culpas: la situación económica, política, proveedores, etc, ya que de forma inconsciente duda de su misma capacidad para lograr los objetivos planteados y cualquier situación puede ser un buen pretexto para claudicar.
Si está comenzando su negocio, o incluso lo está ideando, se cuestiona mucho y hace esos mismos cuestionamientos a otros buscando que alguien valide su proyecto o idea y de esa forma tener la seguridad que por miedos no se da así mismo y puede pasar meses, años o incluso toda la vida, pensando y planificando de un proyecto de empresa a otro, siempre esperando que alguien le diga “te aseguro que te saldrá bien” , como si la divinidad le debiera dar el mensaje de que está haciendo lo correcto para poder hacerlo.
He sabido de personas que tienen excelentes proyectos de negocio que nunca ejecutan por miedo y ya que abandonaron la idea, alguien (de esas personas a las que le pregunto ¿te parece un buen negocio?) ejecuta este proyecto convirtiéndolo en una exitosa empresa.
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Una persona con mentalidad de empresario, con o sin negocio en marcha, siempre está buscando nuevas ideas que emprender, nuevas necesidades que no hayan sido cubiertas, sabe que no todo está inventado y que siempre puede ser creativo y ofrecer algo más (PROPUESTA DE VALOR). Se plantea objetivos específicos, alcanzables pero que representen un reto y lo hagan esforzarse un poco más cada día; cuando esos objetivos no se cumplen, analiza y cambia de estrategia, puede que inclusive cambie de giro su empresa, porque tiene la certeza absoluta de que va a obtener su objetivo, de que nada lo hará rendirse y de que en cada obstáculo, crisis o problema siempre hay algo que aprender y aprovechar. Escucha a los demás pero toma sólo lo que le sirve, elimina los comentarios negativos y siempre escucha a su corazón. Cuando tiene miedo, se toma un respiro y lo enfrenta, porque sabe que la única cura para el miedo es la acción.
En SEKIRI queremos apoyar a los emprendedores con herramientas que les permitan crear un buen proyecto de empresa. Te invitamos a seguir adelante, a creer en ti y a convertirte en ese empresario que estas soñando ser y si quieres en SEKIRI te podemos apoyar y acompañar.
Autor: Danae Popócatl
Chief Strategy and Sales Coach