La vida de un dueño de negocio: más allá de ser propietario, el viaje hacia la verdadera libertad
En mis más de veinte años acompañando a empresarios, hay un tema que siempre surge: ¿Qué significa realmente ser el dueño de una empresa? No basta con tener el título de "propietario"; debes entender tu verdadero rol y responsabilidad para construir y desarrollar una empresa que funcione como un motor de resultados.
Pero, permíteme ser claro: conocer tu rol como dueño no es suficiente. La mayoría de los dueños de pequeñas y medianas empresas (pymes) que buscan mi consejo lo hacen porque quieren más: libertad, ingresos suficientes, tiempo para ellos y sus familias, o simplemente una mejor calidad de vida. ¿Cuántos de nosotros decidimos emprender con la intención de empeorar nuestra situación? Nadie, estoy seguro.
Para construir una empresa exitosa, no solo necesitas entender tu papel como dueño; debes también contar con un equipo de trabajo excepcional. Es un error muy común entre los empresarios creer que basta con tener buena gente. No, lo que realmente necesitas son colaboradores que reflejen la calidad y el liderazgo que deseas para tu empresa.
El ejemplo más claro lo vemos en el fútbol. Los equipos que consistentemente se destacan tienen a los mejores jugadores en todas las áreas, no solo una estrella o un buen portero. ¿Por qué el Real Madrid o el Barcelona son tan exitosos? Porque invierten en talento, y ese talento les genera rentabilidad. En una empresa, es igual: lo que hace que una persona sea invaluable es el resultado que puede ofrecer y el impacto positivo que tiene en tu negocio y tu libertad.
Sin embargo, hay un error frecuente en las pymes: el dueño actúa como un misionero, adoptando un enfoque paternalista, buscando gente que no sea muy costosa para entrenarla poco a poco. ¿El resultado? Terminas atrapado en tu propia empresa, amarrado a un equipo que, aunque sea buena gente, no tiene el nivel necesario para llevar tu negocio al siguiente nivel.
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Es crucial que evalúes si tu equipo actual es capaz de llevar tu empresa hacia el futuro que sueñas. ¿Son las personas que te ayudarán a alcanzar ese nivel de éxito? Imagina cómo sería tu empresa en su máximo esplendor: ¿tendrías a las mismas personas que tienes hoy?
Recuerda que no basta con la buena voluntad. La actitud es importante, sí, pero también lo es la preparación, la experiencia y el conocimiento. Por mucho empeño que pongas, si no cuentas con las herramientas adecuadas, simplemente no alcanzarás el resultado deseado.
Y esto me lleva a la pregunta más importante: ¿cómo te estás preparando tú? ¿Te estás desarrollando en las áreas críticas de tu negocio? ¿O crees que, por ser el propietario, ya sabes todo lo que hay que saber? La realidad es que siempre hay algo nuevo que aprender. Conocimientos en comunicación, finanzas, liderazgo, todo suma para que puedas dirigir tu empresa de manera efectiva.
Finalmente, te invito a reflexionar: ¿cómo estás entrenando a tu equipo? Si no te enfocas en su desarrollo, es probable que tu empresa se estanque y tú te sientas atrapado. La clave es buscar ayuda de quienes ya han pasado por donde tú quieres llegar, rodearte de personas que estén en el nivel al que aspiras, y asegurarte de que tu empresa se convierta en ese vehículo que te dé la libertad que siempre has buscado.
Si quieres profundizar más en estos temas, visita mi canal de YouTube, donde encontrarás material gratuito que te ayudará en tu camino empresarial. Y si estás listo para llevar tu empresa al siguiente nivel, contáctame para conocer los programas de mentoría que ofrecemos. No estás solo en este viaje, y el primer paso para avanzar es reconocer que siempre hay algo más por aprender.