LA EDUCACIÓN Y SU MITO HACIA EL ÉXITO

Como se ha venido haciendo costumbre, este mes escribo con un tema de interés para todos aquellos que nos apasionados con el estudio y nuestra búsqueda de camino al éxito.

Si bien es cierto remontarnos un tiempo atrás para conocer aquellos personajes que apostándole a su formación académica han tenido grandes logros y no precisamente en lo económico sino en lo intelectual, tal es el caso de Nikola Tesla, Albert Einstein, Isaac Newton, Stephen Hawking y por último quiero destacar al difunto ex presidente de los Estados Unidos Mexicanos, nacidoen un pequeño pueblo de Oaxaca llamado Guelatao, así es, el mismísimo Benito Pablo Juárez García, quien para continuar estudiando después que su tío con el que vivió le enseñara a leer, tuvo que incorporarse al seminario de Oaxaca. Todo el éxito que tuvo lo asocia a sus ganas de formarse académicamente a pesar de las circunstancias en las que vivió.

El título de este escrito será para muchos un abrir y cerrar de ojos, que permitirá saber si el rumbo que están tomando es el correcto en sus vidas, sin embargo hablaré de mi experiencia y con base en las vivencias que he adquirido a lo largo de mi formación académica situándome hasta el periodo actual de doctorante.

He apostado bastante en este proyecto que se llama doctorado, es un camino que estoy consciente que no garantiza el éxito, un puesto de trabajo, un ingreso económico, ni mucho menos un estatus en la sociedad. Emprendí decidido a ser un dato atípico de la sociedad en la que me encontraba inmerso, decidido a romper paradigmas y tabúes que me limitaban a ser alguien distinto.

Ha sido muy difícil la adaptación al ámbito académico, de tener una formación meramente operativa y desempeñar diversos puestos dinámicos, donde mi destreza era la única arma que tenia para sobre salir de entre el grupo de todos, pero, a pesar de eso, la adaptación me ha costado trabajo, me es difícil pasar una jornada de estudio frente a la computadora de 8 a 12 horas al día, sin embargo este programa doctoral tiene un toque que lo hace diferente de los demás y es la cereza del pastel, soy parte de la segunda generación del primer programa doctoral profesionalizante avalado con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología e incorporado al Programa Nacional de Posgrados de Calidad.

Bueno retomando mi postura anterior, la educación para mí, es el camino que existe a ser una mejor persona para la sociedad, pero cuando este conocimiento se convierte en un arma para despedazar a otra persona, donde se sienta superior por un grado académico o simplemente porque ignora menos cosas que ella, no tiene fundamento el estudio como camino al éxito, ya que existen demasiadas personas exitosas con nivel básico incompleto, sin un título universitario ni nada que los haga mejor académicamente hablando, así que sosteniendo el título de este escrito, la educación académica no es garantía de éxito. Tal es el caso de bastantes académicos e investigadores que no logran tener ese vínculo con la empresa para encontrar una fuente de ingreso y están desempleados o desempeñando puestos para los cuales no estudiaron.

El paradigma que nos forman desde niños es que para ser "alguien en la vida, hay que estudiar" eso es algo en lo que con el paso del tiempo no estoy de acuerdo, vuelvo a insistir por segunda ocasión en este escrito que la educación académica no es garantía para ser una persona exitosa.

Mi afán por ignorar menos es algo que me permite tener fe en que podré impactar de manera positiva en la sociedad, ya que mi perfil operativo y mis nuevos conocimientos académicos serán clave para la detección de áreas de oportunidad dentro de las organizaciones, que a su vez me permitirá proponer acertados planes de acción. Lo más difícil ya lo hice y fue salir de mi zona de confort.

Antes de finalizar este breve escrito es importante resaltar para todos los que leen estas líneas que sigan adelante con sus sueños, estamos viviendo un tiempo donde quien practica los valores es una persona anticuada y fuera de onda, la confianza entre nosotros se ha perdido. Quien me conozca sabrá que una de mis frases favoritas es: "todo es cuestión de actitud y no de aptitud", impactar a un pequeño universo de población de manera positiva, estoy seguro que eso será fundamental para tiempos venideros.

Tengo que ser sincero y agradecer a Dios por la familia en la que me puso, mis padres quienes han sido pieza importante en sus enseñanzas, la gente con la que me he rodeado ha tenido un aporte importante en mi vida y sobre todo la familia que me ha permitido formar en compañía de mi esposa, hija y nuestro bebé que viene en camino.

Concluyo resaltando y dejando en el limbo de la ambigüedad el compromiso de impactar en la sociedad. Estoy seguro que lo que tengo hasta el momento, mi formación de licenciatura y maestría me permitió tenerlo, sin estas dos herramientas el escenario en el que me encontraría fuera distinto, incluso no me encontrara redactando estas líneas.

Recuerda que todo lo que se logra de pie se agradece de rodillas.  


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