La empatía como camino...
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La empatía como camino...


Podemos definir la empatía de muchas maneras. Desde el potente y sencillo “ponerse en los zapatos del otro”, hasta la compleja y fascinante explicación de las  “neuronas en espejo”, se puede describir una de las habilidades o aptitudes más importantes del ser humano. 

Difícil de asir y medir, sabemos sin embargo, que junto con títulos, coeficientes intelectuales y otros parámetros medibles, la empatía es central para lo que comúnmente llamamos “éxito”.  Y sobre todo, no podríamos entender la vida comunitaria y de relación sin esta función humana tan particular. 

Me permito, como ejercicio reflexivo, una diferenciación conceptual que nos puede ayudar tanto a entender más profundamente la empatía, como a preguntarnos sobre su potencia y múltiples derivaciones.  

Creo que hay una enorme diferencia entre la Empatía-Habilidad-Percepción y la Empatía-Actitud-Decisión.  

En el primer caso, el acento está puesto en uno mismo, en la propia capacidad de percibir y registrar (al otro, y al otro en uno). Funcionan lecturas automáticas del entorno, neuronas en espejo, capacidad…  Las definiciones más comunes, describen bien esta primera parte.

En este primer tramo de la empatía, todavía se corre el riesgo de ser "poco empáticos". ¿como? Si, creo que hasta aquí,  es una capacidad que nos permite reconocer algo del otro, y puede hablar de nuestras aptitudes, sobre las cuales podemos regodearnos (pensar que podemos "conocer por completo al otro") pero que podríamos tambien "usar" para objetivos propios que pueden ser poco respetuosos con el otro… 

Muchos discursos del marketing de ventas y de negociación, ponen a la empatía como central a la hora de conseguir determinados objetivos, a partir de “captar” al otro. Pero cuando los objetivos trascienden el encuentro con el otro, o más aún, pueden no ser honestos completamente en el encuentro con el otro, y considero que en ese caso, ya no deberíamos hablar de empatía.

Por eso, resulta tan importante, para una definición más acertada, ampliar y considerar la actitud y las decisiones que tomamos a partir del reconocimiento (empático) del otro. ¡Para ser empáticos con la empatía!

Y aunque no lo suelo encontrar en las definiciones comunes, hay un reconocimiento cultural de que empatizar implica un reconocimiento respetuoso del otro, y eso suele dar pie, naturalmente, a la compasión, a la ayuda, o simplemente a la escucha atenta que tan poderosa puede ser para acompañar a un otro, sobre todo en situaciones de crisis o dolor.

Me gusta por eso pensar en la empatía como decisión, como orientación frente al vínculo, tanto conmigo mismo, como con otros. 

Re-conocer empáticamente al otro, no solo es verlo, escucharlo, darle lugar a su manifestación original, sino tambien asumir y aceptar que es un constante “re”, que una y otra vez el otro me sorprende, y vuelvo a conocerlo. 

Es descubrir algo del misterio del otro, sin perder de vista que el otro es un misterio. La actitud de humildad y la capacidad de asombro son requisitos necesarios para esta “parte” de la empatía. 

Creo que estoy diciendo, si se pudiera, que hay maneras más empáticas de empatizar. 

Que significan ir más allá de conectar, resonar juntos o simplemente algo que tiene que ver con mi percibir. 

Si el ejercicio de la empatía fuera solo una aptitud, una habilidad, que habla de mi capacidad, que me lleva a mi mismo o mis propios fines, sería un ejercicio poco empático de la empatía. A mi entender, incompleto. 

Creo profundamente que esa habilidad de reconocernos y reconocer al otro, está allí como una función destinada a activarse para vincularse de forma especial con los otros, de manera honda y profunda, y a la vez sencilla, al alcance de todos, que puede significar un acompañar (y un acompañarme) más respetuoso, compasivo y eficaz en el dolor y la crisis.  Creo que la empatía es una calidad de presencia frente al otro. 

Promover la cultura de la empatía como un camino de desarrollo humano y vincular, no solo es una opción, sino una necesidad en los tiempos que corren.

Muy bueno Juan! Hay tanto manoseo a la empatía últimamente, desde que se convirtió en palabra de moda que esta diferenciación plantea perfecto lo que debería ser: el que vive en un comportamiento empático hacia el otro es una gema muy difícil de encontrar!

Juan Pablo Villani

Me dicen “El Sr. Miyagi del Marketing B2B” por fundar Regrow y su PACS Academy, y "El emprendedor de la Empatía" por co-fundar la ONG Aquí Estoy Chat | 4x Tech Founder since 2007 | "Consejo de Amigo" en IG y Tiktok

3 años

Gracias por ayudarme a diferenciar la Habilidad empática de la actitud empática… si bien se complementan… entenderlo así me ayuda a poder tomar más consciencia de cómo abordar mi propio camino de la empatía y nuestro trabajo en Aquí Estoy - Red de Empatía Global de ayudar a l@s acompañantes a brindar mayor presencia en cada encuentro. Y gracias también por todo el apoyo que siempre nos diste y tu presencia en cada encuentro… Caminamos juntos!

Juan Antonio Pretel

Internal Audit and Compliance Coordination at FUSANA

3 años

Excelente reflexión Juancito! Abrazo

Mercedes Ruiz Luque

Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social (UBA)

3 años

Muy linda reflexión, ¡me encantó!

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