La Generación de Cristal: ¿qué podemos aprender unos de otros?

La Generación de Cristal: ¿qué podemos aprender unos de otros?

Vivimos en una era donde cada vez se escucha más hablar de la “Generación de Cristal”. Es un término que ha surgido para describir a las generaciones más jóvenes que, según muchos, parecen más frágiles frente a las dificultades, menos tolerantes a la frustración y con una menor cultura del sacrificio. Pero, ¿es realmente así? Antes de lanzarnos a juzgar, es importante hacer un análisis más profundo, porque tanto ellos como nosotros tenemos mucho que aprender.

La bandeja de plata y el espejo retrovisor

Empecemos por algo básico: esta generación ha crecido con un acceso sin precedentes a la información. Tienen a su disposición todo un mundo de conocimiento que, para generaciones anteriores, hubiera sido impensable. Sin embargo, lo que algunos ven como una “bandeja de plata” también ha traído consecuencias. La facilidad de acceso no siempre va de la mano con una cultura del esfuerzo. Se habla mucho, pero se hace poco. ¿Cuántas veces hemos visto a alguien reclamar cambios sociales desde su móvil mientras su propia habitación es un desastre? Aquí entra la famosa metáfora: si quieres aprender disciplina, empieza por hacer tu cama.

¿Por qué hacer la cama?

No es solo por mantener el orden, sino porque pequeños actos como este son la base de algo más grande: la responsabilidad personal. No podemos exigir que el mundo cambie si no somos capaces de gestionar lo que tenemos a mano. El cambio climático, el respeto, la justicia social… todos son temas cruciales, pero para abordarlos con coherencia, primero debemos ser responsables en nuestras acciones más cercanas. Porque si no recogemos ni nuestra propia basura, ¿cómo esperamos arreglar el planeta?

Responsabilidad: un camino de dos vías

Ahora, tampoco se trata de lanzar la culpa a esta generación y lavarse las manos. El problema de la responsabilidad, o más bien la falta de ella, es algo que afecta a todos, y señalar con el dedo no ayuda. Esta es una lección que nosotros, los que a veces criticamos desde fuera, también debemos aprender. Quizá hemos fallado en transmitir ese equilibrio entre acceso fácil y esfuerzo. Quizá, en nuestra prisa por ofrecerles todo, nos olvidamos de enseñarles la importancia del trabajo duro y la persistencia.

Por otro lado, lo que la “Generación de Cristal” puede enseñarnos es su gran capacidad para abogar por el bienestar emocional y el respeto a uno mismo. Son mucho más conscientes de la importancia de la salud mental, de los límites, y de no quemarse en el proceso de vida. Es cierto que, en ocasiones, pueden caer en el extremo de evitar el esfuerzo, pero ¿acaso nosotros no caímos en el extremo opuesto de glorificar el sacrificio hasta el agotamiento?

Shuhari: la lección japonesa que necesitamos aprender todos

Aquí es donde entra un concepto que a menudo olvidamos: el shuhari. Este concepto japonés nos enseña que antes de actuar o de opinar, primero debemos observar y aprender desde la humildad. Primero dominamos las bases, luego rompemos las reglas y, solo entonces, podemos innovar. Es un proceso que toma tiempo y esfuerzo, algo que a veces se ha perdido en la inmediatez de hoy en día.

Tanto los jóvenes como los más veteranos en esta sociedad pueden aprender de este principio. Los primeros deben entender que, antes de querer cambiar el mundo, deben primero observarlo y aprender de él. Y los segundos, aquellos que criticamos la fragilidad de esta generación, debemos recordar que los cambios no se logran solo a base de disciplina y sacrificio. Hace falta también flexibilidad, adaptabilidad y, sobre todo, empatía.

Conclusión: un aprendizaje mutuo

En resumen, ni ellos son tan frágiles ni nosotros somos tan sabios como a veces nos gusta pensar. Esta “Generación de Cristal” tiene mucho que enseñar sobre bienestar y respeto, pero también debe aprender que las soluciones profundas requieren esfuerzo y responsabilidad personal. Si logramos combinar ambos enfoques, quizá podamos construir una sociedad más justa, equitativa y, sobre todo, responsable.

Porque al final del día, si no empezamos por hacer nuestra propia cama, ¿cómo pretendemos arreglar el mundo?

 

Miquel Sentís

Advisor & Training. ▶ Asesoro y ayudo a mejorar habilidades de directivos y equipos en distribución de vehículos y sector movilidad. CUPRA Mentor (in progress) Tutor programa GENERACIÓ DIGITAL PYMES by EADA.

3 meses

“A nuestros jóvenes les encanta el lujo, tienen malos modales y desprecian la autoridad, no respetan a sus mayores y les encanta charlar en lugar de hacer ejercicio. Los jóvenes de hoy son tiranos, no sirvientes de su casa” - Sócrates. “Los jóvenes de hoy no tienen control y están siempre de mal humor. Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral” - Aristóteles “No respetan a sus mayores, desobedecen a sus padres, ignoran las leyes, su moralidad decae” - Platón (supuestamente) 😏 todas las generaciones repetimos el mismo esquema: mutua incomprensión. Seguramente la generación “de cristal” puede formular tb muchas críticas sobre la nuestra…

Javier Fernández

Socio y Consultor Auditor Senior ARCO CALIDAD

3 meses

Siendo sincero. Creo que estamos calificando a los jóvenes injustamente. Son exactamente igual que nosotros a su edad. Las cosas no han cambiado tanto como creemos. Los que vamos cambiando somos nosotros a medida que nos hacemos viejos y queremos que los jovenes de comporten como nosotros.... y ni eso... porque nosotros decimos que hacemos o nos comportamos de forma ejemplar y no es cierto. Ah.. y entre los 20 y 27 años a mi... que me quiten lo bailao...

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