Zona de trapecistas

Ser trapecistas, la capacidad para evolucionar.

"Si no estás confundido, no estás poniendo atención" (Tom Peters), una gran verdad para lo que estamos viviendo hoy como sociedad,  un mundo a veces caótico, frágil, y muchas veces incomprensible.

Observamos continuamente hechos que se escapan a nuestra capacidad de entendimiento, y que muchas veces no podemos encajar en nuestros patrones habituales, intentando reconectar con ese espacio tranquilo y conocido en el que vivíamos “antes”.

En este Newsletter reflexionaremos junto a mi equipo de agilidad de @bancobci  las diferentes situaciones que nos impulsan a veces a volver a viejos patrones, o nos invitan a arriesgarnos y co-construir nuevos, convirtiéndonos así en verdaderos trapecistas, soltando y saltando de un estado a otro continuamente.

Sabemos que luego de la pandemia, la sociedad efectivamente se está re-estableciendo, pero no lo está haciendo como de costumbre, no estamos volviendo a viejos patrones, si no que por el contrario, estamos adoptando nuevas costumbres, nuevos valores (lo que antes era valorado, hoy ya no lo es tanto), y eso nos está impactando en definitiva sistémicamente;  en cómo nos relacionamos, en como trabajamos, en qué trabajamos y en cómo entregamos valor a la comunidad de la que participamos.

Hoy las tecnologías nos regalan un mayor sentido de libertad y movilidad, lo que significa estar preparados para soltar control y entregar mayor confianza, apareciendo con ello el valor de la autonomía, el ser capaz de hacer y lograr solos, autogestionados pero muy bien conectados, lo que nos reta a estar preparados como empresa a tener una forma de trabajo que asegure la visión de equipo alineada a un propósito, con líderes que sepan empoderar y personas preparadas para trabajar y aprender autónomamente. 

Por otra parte y paradójicamente, la vida virtual es más social que la física, ahora individualizada por la organización del trabajo y de la vida en las ciudades, naciendo el concepto de Sociedad en Red globalizada; ya no podemos solo mirar un país o una región, el mundo es un todo, se derriban muchas murallas para trabajar, para captar talento, para vender, incluso para relacionarnos emocionalmente.

Como personas nos exige soltar lo conocido permanentemente, vivir en constante movimiento, desaprender y aprender casi como una forma de vida, ser capaz de arriesgarse y saltar de un trapecio a otro continuamente, ser trapecistas desde nuestro ADN, algo que antes no necesitábamos desarrollar de esta forma, teníamos más espacio entre trapecio y trapecio e incluso nos podíamos quedar sentados en el mismo trapecio por mucho tiempo sin ningún problema. Los cambios siempre han estado, lo diferente hoy es la velocidad de estos, incluso a veces no nos damos cuenta cuando suceden ni menos cuando son al mismo tiempo. 

La buena noticia es que esta capacidad puede desarrollarse y además que se va perfeccionando con el tiempo, necesitamos solo la consciencia de la necesidad y la voluntad de cambiar. Lo único cierto es que si no haces nada lo que te trajo hasta aquí, no necesariamente te llevará al futuro que esperas.

En #Bci sabemos que el liderazgo empoderador, atrevido, que tiene y comparte un propósito, y que desarrolla a otros líderes, es clave para generar autonomía y aprovechar los nuevos patrones y costumbres que nos hará no solo tener miles de trapecistas conectados entre ellos, si no que una organización basada en la confianza que se atreve a hacer las cosas diferentes y deja una huella en la comunidad en la que participa.