LA IA HACE LO QUE LA INTELIGENCIA HUMANA A HECHO DURANTE MILLONES DE AÑOS, PERO EN DIMENSIONES CUÁNTICAS.

Tal vez pienses que la automatización es un fenómeno vinculado exclusivamente a las maquinas, que a lo largo de las distintas revoluciones industriales los humanos hemos ido logrando. Pero en realidad, es un fenómeno que está estrechamente vinculado a la evolución de la inteligencia de la especia humana. 

Seguramente recuerdas el primer día que saliste con el coche para estrenar tu nuevo carnet de conducir. Ese día, después de 60 minutos agotadores, llegaste a tu destino tremendamente cansado. Conducir era en ese momento un enorme esfuerzo, sobre todo si lo compraras con la manera en la que lo hiciste tan solo un año más tarde; muchas veces llegamos casi sin recordar como hemos llegado ya que íbamos discutiendo con nuestra pareja a acerca a de cualquier tema cotidiano.

Desde que nacemos aprendemos a automatizarlo todo. Desde caminar, a ir en bicicleta o tejer.

Dejamos de tener que poner toda nuestra atención en lo que hacemos porque nuestro cerebro ha aprendido como hacerlo de forma automática. Esto libera a nuestro cerebro para dedicar sus esfuerzos y energías a otras tareas que todavía requieren un esfuerzo de consciencia alta. 

De media el cuerpo humano consume diariamente unas 2.000 Kilocalorías, de estas, un 25%, 500 Kilocalorías las consume directamente nuestro cerebro. Por otro lado, es también el órgano de nuestro cuerpo que más agua consume diariamente. Es por ello que la principal función de nuestro cerebro a lo largo de la historia de nuestra especia ha sido la de economizar energía. Esto nos ha permitido evolucionar como especie.

Para ello nuestro cerebro crea atajos en nuestras tomas de decisión y automatizaciones en nuestro aprendizajes, evitando tener que implicar a tantas áreas del cerebro para estas actividades. Reducir el número de conexiones sinápticas implicadas en conducir representa que librea a nuestro cerebro para otras actividades no automatizadas.

Una de las claves de la evolución de nuestra inteligencia humana se basa precisamente en la automatización de funciones y decisiones.

Hoy la IA representa un salto cuántico en nuestra capacidad humana de automatizar tareas y decisiones, llevando el potencial de automatización de nuestros cerebros humanos a dimensiones inimaginables hasta hoy. Es decir, que la IA va a liberar a nuestro cerebro de tal cantidad de funciones y roles que nuestra capacidad intelectual va a crecer exponencialmente a medida que la IA va asumiendo cada vez mas roles y decisiones.

La gran novedad de esta revolución industrial frente a todas las anteriores es que en lugar de implicar la automatización de tareas físicas implica la automatización de tareas intelectuales, algo que hasta ahora se consideraba el aspecto que nos otorgaba la etiqueta de ser la especie más revolucionada sobre la Tierra.

La integración de inteligencia humana e inteligencia artificial en nuestra sociedad va a representar una nueva era “humantech" que nos llevará a tener una capacidades intelectuales infinitamente superiores a las de nuestros antecesores. 

Las IA generativas han abierto la “caja de pandora de las capacidades" que permite a cualquier cerebro humano convertirse en segundos en experto en diferentes tareas simplemente integrando estas IAs en nuestro proceso de trabajo. 

Gracias a la IA la capacidad de un simple médico de pueblo puede ser la misma que la del mas avanzado equipo médico del Hospital mas famosos del planeta. La capacidad de análisis legal de cualquier abogado se multiplica con un acceso inmediato a millones de casos similares y de las decisiones tomadas en cada uno de ellos, para tomar la mejor decisión. Y así podríamos seguir hasta el infinito.

Soy consciente y comprendo que a algunas personas les resulte chocante y que incluso despierte un cierto temor, pero hemos de recordar el gran salto cuántico lo damos los humanos gracias a las IAs. Nuestros cerebros humanos liberados de millones de tareas rutinarias parametrizables y de horas de análisis, disponen de toda su energía para abrir nuevos horizontes y posibilidades creativas.

Estamos a las puertas de la aceleración cuántica de la evolución de nuestra especie, donde nos lleve va a ser decisión nuestra.

Jose Maria Pujol

Experto en la Humanización de la IA conversacional y generativa