La IA nos invita a ser más humanos

Desde finales del año 2022 una de las cosas que más se habla en todas partes es sobre la inteligencia artificial y sus efectos.

Cada día vemos cómo surgen nuevas aplicaciones y plataformas que, usando esta tecnología, promete hacer más fácil algún proceso de la vida personal o del trabajo de las personas.

De ahí, que muchos sugieran la necesidad de aprender cada una de estas plataformas y herramientas para poder estar al día, cuando a la vuelta de la esquina habrá que aprender otra y otra y otra, porque así como surgen, la mayoría caduca o muere.

Es por eso que quizás debamos pensar nuevamente cuál es el desafío en la era de la inteligencia artificial. ¿Será aprender a programar? ¿saber usar cada nueva aplicación? ¿quizás cambiar de carrera? ¿prepararnos para quedarnos sin empleo?

Bueno, personalmente creo que la mejor inversión, hoy aún más que antes, es en desarrollar las habilidades humanas.

Pensemos por un momento lo que está pasando con esta tecnología disruptiva.

Antes programar o hacer procesos complejos estaba reservado para unos pocos que estudiaban largamente cómo hacerlo con códigos y programas que la mayoría de las personas no entendemos ni sabemos usar.

Ahora, simplemente con el lenguaje natural podemos hacer que pasen cosas, realizar investigaciones, crear código de software, hacer análisis de cosas o crear textos, videos, sonido y un montón de cosas más.

Entonces esto debiera ser, al igual que al inicio del internet, la promesa de que ahora cualquier persona tendrá la posibilidad de crear y acceder a herramientas poderosas.

Pero eso no será así, de la misma forma que la masividad del internet no ha hecho a la sociedad más culta ni bien informada (como se decía con su surgimiento).

En un mundo donde la comprensión lectora está en extinción y la riqueza del lenguaje ha sido reemplazada por los memes y los emojis, entonces ¿cómo podremos idear de forma innovadora y comunicar de manera efectiva para que esta nueva tecnología realmente sea de utilidad en nuestros desafíos?

Si los "comandos" con los que moveremos gran parte de las cosas en el futuro dependen de nuestro lenguaje, la capacidad de abstracción, creatividad, innovación y comunicación en general serán cada vez más distintivas y necesarias.

Es decir, esta tecnología no será la que reemplace a las personas, sino que será la que profundice la diferencia que existe entre quienes cuenten con habilidades humanas superiores y los que aún no han aprendido a pensar y comunicar correctamente.

Por lo que antes de estudiar cómo usar ciertas herramientas tecnológicas, quizás venga mejor estudiar filosofía y desarrollar el músculo cognitivo de hacernos preguntas nuevas y descubrir respuestas que nos abran nuevamente el apetito de pensar, de conversar y argumentar.

Sino seremos nosotros quienes reciban instrucciones de un algoritmo, en vez de usar estos fascinantes avances para crear el futuro que anhelamos.