La importancia de que las personas se sientan valoradas

La importancia de que las personas se sientan valoradas

Hace un tiempo, un cliente del sector refresquero solicitó los servicios del Grupo A.P.D.E. para un proyecto importante. Antes de comenzar, le pedí a la directora de recursos humanos la oportunidad de conocer de cerca los procesos de producción y venta, con el fin de entender mejor el negocio. Accedió, y fui invitado a acompañar a un vendedor en su ruta diaria por varias tiendas.

Era un día lluvioso y frío, condiciones que, según el gremio refresquero, suelen disminuir las ventas. Sin embargo, la experiencia fue reveladora. Raúl, el supervisor, y yo esperábamos bajo la lluvia mientras Paty, la vendedora, realizaba su labor con entusiasmo, interactuando eficazmente con los clientes, organizando el material promocional y tomando pedidos.

Durante varias horas, observé a Paty vender lo que me parecía una cantidad notable, así que le pregunté a Raúl por qué estaba logrando tanto. Su respuesta fue: "Es porque venimos nosotros; está tratando de lucirse". Inmediatamente, identifiqué lo que estaba sucediendo: el famoso "Efecto Hawthorne", que sostiene que los trabajadores rinden mejor cuando sienten que son observados y tomados en cuenta. Paty, sabiendo que la observábamos, mostraba mayor motivación y compromiso con su trabajo.

Le pregunté a Raúl por qué no acompañaba con más frecuencia a sus vendedores, a lo que respondió que el trabajo administrativo le absorbía demasiado tiempo. Esto me hizo reflexionar: ¿cuánto potencial se perdía al no apoyar y motivar regularmente a los empleados en sus tareas diarias? ¿Cuántas ventas adicionales se podrían haber logrado si los supervisores dedicaran más tiempo a estar cerca de sus equipos?

Estudios han demostrado que un empleado desmotivado solo rinde alrededor del 30% de su capacidad, mientras que uno motivado puede llegar al 75-80%. Sin embargo, uno muy motivado puede superar el 120% de rendimiento. Sentirse valorado y parte de un equipo es crucial. La motivación no siempre proviene de recompensas económicas, sino del reconocimiento y la atención directa.

Poco tiempo después, me enteré de que Paty había dejado la compañía, lo que significaba que se había perdido un valioso talento. Además, todo el tiempo y esfuerzo invertido en su formación también se había perdido.

Es vital que las organizaciones comprendan la importancia de reconocer, motivar y estar presentes para sus colaboradores. Hacer que los empleados se sientan valorados puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un equipo.

Por José Manuel García Rodríguez jm.garcia@apde.com.mx

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