La Importancia de la Supervisión de Nuestros Mayores que Viven Solos, un Problema que no solo Afecta a la Familia, sino a la Sociedad en General

La Importancia de la Supervisión de Nuestros Mayores que Viven Solos, un Problema que no solo Afecta a la Familia, sino a la Sociedad en General

Hemos pasado de una sociedad que se preocupaba de sus mayores a una sociedad que los ve como un estorbo, hecho que complica más la vida de éstos, que terminan viviendo solos, justo cuando sus capacidades físicas y mentales, están en el momento que poco o a veces muy rápido las empiezan a perder, cada vez más personas mayores viven solas, teniendo que vivir una vida, de desafíos y riesgos que nuestra sociedad no puede ignorar.

Preocuparnos por una supervisión y un cuidado de nuestros mayores es una responsabilidad compartida que debemos asumir con seriedad y compromiso, no sólo como familiares de nuestros mayores, sino como sociedad en general.

Como asesor de seguridad, veo crucial destacar la importancia de ampliar la supervisión de nuestros mayores que viven solos, para garantizar su seguridad y calidad de vida, más cuando es un tema políticamente correcto, pero del que se habla mucho, pero al final a penas se hace nada.

Es terrible ver las noticias, que nos cuentan, donde los vecinos se dieron cuenta, que el vecino estaba muerto, por el olor que salía de su casa.


Empecemos analizando los peligros a los que se enfrentan nuestros mayores, que viven solos.


  1. Caídas y accidentes domésticos: Los mayores son más propensos a sufrir caídas debido a la disminución de su movilidad y equilibrio. Estas caídas pueden tener consecuencias graves, desde fracturas hasta lesiones cerebrales, que muchas veces les incapacitan la posibilidad de pedir ayudas, quedándose tirados en el suelo, hasta que alguien aparece, cuando aparece.
  2. Problemas de salud no detectados: Vivir solos puede dificultar la detección temprana de problemas de salud, más aun cuando por no llamar o por no ir, no se ponen en contacto con los médicos, tanto de urgencia como ambulatorios, lo que puede llevar a complicaciones serias, si no se tratan a tiempo.
  3. Aislamiento social y depresión: La soledad puede afectar negativamente la salud mental de nuestros mayores, llevando a la depresión y al deterioro cognitivo.
  4. Vulnerabilidad ante robos, estafas y fraudes: Los mayores son los principales blancos de estafadores y ladrones de todo tipo, que aprovechan su posible confusión, desconocimiento o soledad para engañarlos.
  5. Dificultades en la gestión de medicamentos: Olvidar tomar medicamentos o confundir dosis puede tener consecuencias graves para su salud, más a esas edades, que se acumula la medicación que han de tomar, tensión, azúcar, vitaminas y un largo etcétera.
  6. Riesgos de incendio o intoxicación: Olvidar apagar la cocina, electrodomésticos o no detectar fugas de gas, son peligros reales que pueden poner en riesgo sus vidas.
  7. Deterioro en la alimentación y el higiene: La falta de supervisión puede llevar a una alimentación inadecuada, una dejadez en su higiene en general, afectando seriamente su salud.
  8. Dificultades para pedir ayuda en emergencias: Como ya hemos hablado antes sobre el tema de las caídas, en caso de emergencia, pueden tener problemas para comunicarse o pedir ayuda rápidamente.

No se si valdrá de algo, pero por qué no intentar un llamamiento a la responsabilidad de todos.

Como sociedad, tenemos la responsabilidad moral de cuidar a quienes nos cuidaron. Ampliar la supervisión de nuestros mayores que viven solos no es solo una cuestión de seguridad, sino también de amor y respeto, no hay que olvidar, que unos antes y otros más tarde, si la vida nos lo permite, nos permitirá llegar a viejos y entonces…

Es hora de actuar:

  1. Ayuda y aconseja para que instalen tecnología: Utilicemos dispositivos de vigilancia, sistemas de alerta y aplicaciones de comunicación para mantenernos conectados. Muchos ayuntamientos, implantan la tele alarma, pero muchas veces es porque un tercero se ha movido para que se lo instalen y muchos mayores no tienen de ese tercero para que les ayude a gestionarlo.
  2. Fomentemos una comunidad: Creemos redes de apoyo en los vecindarios para que los mayores no se sientan aislados, no cuesta coordinarnos entre los que vivimos cerca, para al menos una vez al día picar a la puerta y preguntar si necesita algo.
  3. Realicemos visitas regulares: Nada reemplaza el contacto humano. Hagamos del tiempo con nuestros mayores una prioridad.
  4. Eduquemos sobre seguridad: Proporcionemos información y recursos sobre cómo mantenerse seguros en casa.
  5. Colaboremos con profesionales: Trabajemos junto a médicos, trabajadores sociales y cuidadores para crear un entorno seguro y saludable.


Recuerda, el cuidado de nuestros mayores es un reflejo directo de los valores de nuestra sociedad. No esperemos a que ocurra una tragedia para actuar. Juntos, podemos crear un entorno más seguro y acogedor para aquellos que han dado tanto por nosotros.

Pero se que lo dicho a muchos no les importa, igual toca decirlo de otro modo.

Seamos Egoístas, creemos ahora ese ecosistema, para cuando seamos mayores, no tengamos que vivir los peligros de la soledad.

¡Actuemos ahora por el bienestar de nuestros seres queridos!


Janina Morales

Seguridad privada | Administración y Finanzas

2 meses

Interesante @José José Manuel T., no importa la profesión que tengamos, no deberíamos olvidarnos de aquellos que lo dieron todo por nosotros, nuestros padres, no hablo solo de recordarles una vez partan de este mundo sino cuando están vivos, en algunos casos gozan de salud y en otros están enfermos, dependientes, discapacitados, da igual el estado, en vida es mejor mostrar todo nuestro agradecimiento, amor y cuidado hacia ellos y por supuesto parte del cuidado es proporcionarles de sistemas que les faciliten su día a día. Un saludo.

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