LA IMPORTANCIA DE TU IMAGEN DIGITAL
La marca personal siempre ha sido un activo de los seres humanos. Hoy, según el portal Mashable somos 3 billones de usuarios de redes sociales del mundo (en esa cifra, Ecuador tiene presente más de 5 millones de usuarios según el INEC) por ello es imprescindible estar conscientes del nivel de exposición diaria que tenemos.
Las redes sociales nos han convertido en fotógrafos, cineastas, marketeros y nuestros propios relacionistas públicos tanto por el afán de difundir nuestras ideas como por la aparición de apps y tutoriales bajo el modelo DYI (Do it yourself o Hazlo tú mismo en español) que nos hacen soñar que todo es posible.
Lo dijo Zygmunt Bauman, una figura de referencia de la sociología: “Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa”.
Bauman, autor de la teoría de la “modernidad líquida” que promueve el tema que ahora todo es tan móvil, acuerdos, relaciones y procesos; enfrentándonos al fin de la era de los compromisos mutuos. Lo efímero es tan real que, seguramente usted podrá contar con personas que tienen muchos amigos en sus redes sociales, para los cuales no han necesitado de las habilidades de antaño para interactuar, solo basta agregar o borrar contactos, y la vida real, no es tan fácil.
¿Por qué importa tu imagen digital?
Una buena imagen digital es importante -sea en el caso de profesionales independientes, emprendedores o personas que laboren en relación de dependencia- porque es la información que el mundo observa sobre ti. Si antes recurríamos a la guía telefónica, hoy googleamos a las personas. Y, aunque, pareciera no ocurrir, muchos de los head hunting y departamentos de Talento Humano rastrean a sus candidatos en sus perfiles de redes sociales para confirmar o reafirmar sus habilidades sociales. De ahí que un correcto manejo de tu Marca Personal y con ello de tu imagen digital, se convierte siempre en un punto a favor de tus aspiraciones laborales o de negocios.
Ahora se sacan conclusiones y se elaboran perfiles de comportamiento de acuerdo a lo que subes, dejas de postear, compartes y das like. Pareciera válido decir, lo que publico en mis redes personales es mi responsabilidad y no le interesa a la empresa o a mis clientes. FALSO. Todos estamos conectados, y poner tu prestigio o tu impacto frente al resto puede causar resultados desastrosos. No se trata de enviar una imagen falsa, de un ser humano plástico y sin esencia; el asunto es que tu imagen no contradiga ni tus valores personales ni los atributos profesionales que proyectas o buscas promover. Imagina a un sicólogo que en sus redes sociales es el más agresivo de los fanáticos de un equipo futbolístico; o un abogado que hace públicas sus imágenes de fiesta o comentarios en contra del género femenino. Los detalles siempre cuentan.
Tutoriales vs Experiencia
Es cierto, ahora todo está en internet y sus diferentes fuentes de información. Cientos de lugares hablan sobre Branding Personal y manejo de la imagen, pero igual que una sopa de sobre que te sirve para un apuro, un tutorial no te permitirá tener la profundidad de una estrategia consolidada ni un plan que se ajuste a tus necesidades.
Hoy se hace más necesario capacitarse formalmente para marcar la diferencia, entre un ejercicio casero de manejo online de redes a una habilidad que llevada de forma estratégica te permitirá sobresalir del resto.
Conozco personas que han visto tutoriales de comida y maquillaje y luego de la etapa de prueba y error, junto con los intentos fallidos, intentaron preparar el postre de sus sueños o el maquillaje perfecto. Similar ocurre con un plan de manejo de marca personal.
¿Cómo escojo a un asesor o especialista?
Fácil: googléelo como primer paso.
Luego, revise su perfil en Linkedin, consulte sobre sus clientes o alumnos; pero sobre todo, analice que sea alguien con experiencia en el manejo de Identidad Digital o Social Media con un enfoque orientado a la reputación y no únicamente temas comerciales. Usted no se querrá convertir en esos influencers que dicen en sus perfiles que son influencers (uno de los peores errores de identidad digital que se ven hoy en día) solo por un minuto de fama.
Al final del día, si su nombre y reputación es su principal activo, vale la pena invertir tiempo y conocimiento en él. Así como los médicos no pueden curarse a sí mismos, nosotros no debemos manejar nuestra imagen digital sin el asesoramiento de un tercero. Necesitamos una voz imparcial y con experiencia. Lo fácil, siempre pasa factura.