La Importancia del Onboarding en la Integración y Retención de Talentos

Mientras que la inducción es una etapa acotada para aprender sobre el puesto, el onboarding es un proceso más integral y prolongado que busca la adaptación exitosa del empleado a todos los niveles de la organización. Una buena estrategia combina ambos elementos de manera efectiva.

Importante es el diferenciar entre el onboarding y la inducción, ya que estos son procesos relacionados pero distintos cuando se trata de integrar a un nuevo colaborador en una organización.

A continuación algunos puntos relevantes sobre cada concepto:

Onboarding:

• Es un proceso más amplio y a largo plazo que abarca desde antes de que el empleado se una a la empresa hasta varios meses después de su incorporación.
• Se enfoca en integrar al nuevo colaborador a la cultura, valores, misión y objetivos de la compañía.
• Incluye actividades como la preparación de documentos, recursos tecnológicos, espacios de trabajo, etc. antes de la llegada del empleado.
• Después de la contratación, implica capacitaciones, mentoría, revisiones de desempeño y retroalimentación continua.
• El objetivo es que el nuevo talento se sienta parte de la organización y comprenda su rol y expectativas.

Inducción:

• Es una fase inicial y de corto plazo dentro del proceso general de onboarding.
• Se centra específicamente en capacitar al empleado sobre las responsabilidades y tareas de su puesto en particular.
• Suele durar entre uno y varios días después de la contratación.
• Incluye actividades como recorridos por las instalaciones, presentaciones del equipo, explicaciones de procedimientos y políticas internas.
• El propósito es que el nuevo colaborador entienda cómo desempeñar su trabajo y las operaciones diarias de su rol.

El onboarding, o proceso de integración de nuevos empleados, es una etapa fundamental tanto para las empresas como para los nuevos talentos que se incorporan. En México, donde la rotación laboral es un desafío constante, un onboarding efectivo puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una nueva contratación. Veamos algunos datos que resaltan su importancia:

Para las Empresas:

Según un estudio de la Asociación Mexicana de Recursos Humanos (AMEDIRH), el 22% de las renuncias ocurren durante los primeros 45 días de trabajo, lo que representa un costo significativo para las organizaciones en términos de reclutamiento, capacitación e improductividad.

Un mal proceso de onboarding tiene un impacto negativo en el engagement de los empleados. De acuerdo con un informe de Gartner, las empresas con programas de onboarding deficientes experimentan una caída del 12% en el compromiso laboral en comparación con aquellas con un onboarding sólido.

Las compañías que invierten en onboarding disfrutan de un retorno de la inversión de hasta 25 veces el costo inicial, según cálculos de la consultora PwC. Esto se debe a una mayor retención de talento, productividad y motivación de los colaboradores.

Para los Empleados:

El 49% de los empleados mexicanos consideran que un buen proceso de integración es uno de los factores más importantes al unirse a una nueva empresa, de acuerdo con una encuesta de ManpowerGroup.

Un estudio de Ipsos reveló que el 69% de los trabajadores en México renunciarían a su trabajo durante el primer año si no reciben una adecuada capacitación e integración al puesto.

Los nuevos ingresos que participan en un programa de onboarding eficaz son 58% más propensos a permanecer en la empresa durante tres años o más, según un reporte de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos (SHRM).

Un onboarding bien diseñado e implementado no sólo beneficia a las empresas al reducir la rotación y mejorar la productividad, sino que también es fundamental para la satisfacción y retención de los empleados. Es una inversión que vale la pena para ambas partes involucradas en el proceso laboral.