La industria creativa y el impacto en la región

Los cambios que se están produciendo sobre la forma de obtener ganancias, se dan precisamente porque el sustento de las instituciones tradicionales ya no es sostenible en el mediano plazo. Es así como resulta necesario la creación de ideas creativas e innovadoras con el sentido de comprometernos con el beneficio de la sociedad en general y más aún, con el planeta.

Hoy por hoy es necesario reinventarse desde lo empresarial, también desde lo humano, un trabajo integral que será de verdadero impacto positivo para Latinoamérica. Los gobiernos de la región (Latam ), no son ajenos a tal reto, están trabajando para impulsar una nueva era de consumo a través de la llamada economía naranja. 

Ante todo, debemos plantearnos lo que estamos construyendo y lo que construirán las nuevas generaciones de emprendedores y empresarios de impacto social, cultural y ambiental, haciendo frente al desafío de encontrar maneras para que los beneficiados no sean pocos sino más bien, para que tengamos oportunidad de transformar nuestra realidad y la de mucha gente.

Bajo esta premisa, ha surgido la necesidad de crear una economía en la que la gente está disponible a dedicar gran parte de su tiempo productivo en la generación de ideas que estén por fuera del status quo y de llevarlas a su ejecución pasando seguramente por un estadio de resiliencia, dado que aún falta mucho para que el camino sea fluido. 

Profundizando en el tema, la economía creativa o industria creativa como también se le conoce, es el establecimiento originado por el economista inglés Jhon Hawkins, quien bajo este concepto la enmarca básicamente en la industria cultural (arte, entretenimiento, diseño, arquitectura, publicidad, gastronomía) y la economía del conocimiento (educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, informática, telecomunicaciones, robotica, nanotecnología, industria aeroespacial).

¿Empezamos por definir qué es economía creativa y cuáles sus características?   

Es la transformación de bienes y servicios culturales cuyo valor esté depositado en la propiedad intelectual.

De manera que la industria creativa está definido por:

 1) la Economía Cultural y las Industrias Creativas, en cuya intersección se encuentran las Industrias Culturales Convencionales.

  2) Las áreas de soporte para la creatividad.

Sus rasgos más importantes se componen de:

• Los productos y servicios de este tipo de economía están relacionados al trabajo especializado y no tanto al capital físico.
• Estos productos y servicios no suelen competir por volumen o precio, sino por sus características únicas.
• Las ideas fundamentan al producto o servicio: los colores, métodos de producción, texturas, formas, etc.
• Está en las nuevas tecnologías digitales.
• Abarca distintas industrias de la economía sin relación aparente.

¿Cómo vamos con la economía naranja en Latinoamérica?  

Aunque hemos desarrollado este tipo de economía durante mucho tiempo antes de ser definida como tal, la bibliografía indica que el término “economía naranja” tuvo forma a partir de la publicación del manual “La economía naranja. Una oportunidad infinita” por parte de Felipe Buitrago Restrepo, actual Consejero para Asuntos Económicos y Estratégicos de la Presidencia de la República de Colombia e Iván Duque Márquez, actual Presidente de Colombia, por encargo del Banco Interamericano de Desarrollo en 2013, año en que fue publicado. Se vincula con el color naranja como asociación a lo cultural y creativo.

Ante todo, la región responde a un fuerte potencial para transformar la sociedad y sus economías. Este tipo de tecnologías reducen los costes de información y de transacciones, crean nuevos modelos de colaboración e innovan mejorando el acceso a servicios básicos.

Entonces, en Latinoamérica y el Caribe, las industrias culturales y creativas generan anualmente 1.9 millones de empleos, e ingresos superiores a 175,000 millones de dólares. Será para 2020, la creatividad una de las habilidades y destrezas más importantes para ser seleccionados por las empresas.

El BID explicó que, aunque hay países un tanto más adelantados que otros en Latinoamérica, hace falta que se sienten a la mesa los distintos actores para generar una mayor dinámica que multiplique resultados naranjas para Latinoamérica y el Caribe . 

Por último, cabe decir que es una oportunidad para que los gobiernos de hoy y de las próximas décadas, apuntan sus esfuerzos y para los emprendedores y empresarios, un llamado a recordar que nuestras ideas por más creativas que sean, deben estar encaminadas en crear un mundo mejor donde nos beneficiemos de ellas, y más aún para generar impacto positivo a todos los seres vivientes del planeta, incluyéndolo.

 Fortaleciendo Ideas, trabaja para las ideas de negocio con un sentido de respeto y amor para la humanidad y el planeta.

Juan Mauricio Prieto Mentoring De Base Humana y Tecnológica.