La industria del motor reduce su apuesta por el eléctrico

La industria del motor reduce su apuesta por el eléctrico

Varias marcas han anunciado reducciones en la producción por caídas en la demanda. Los usuarios dudan aún sobre los eléctricos y la llegada de marcas chinas a precios bajos tiene a Europa preocupada. ¿Se ha corrido demasiado? Eva Martínez Rull en larazon.es.

La opinión de Akio Toyoda, CEO de la marca Toyota entre 2009 y 2023, sobre los coches eléctricos es conocida. A primeros de año afirmaba que por mucho que mejorara, como mucho el eléctrico puro solo conseguirá un 30% de las ventas en el futuro. La marca siempre ha tenido una actitud de cautela con el desarrollo de esta tecnología, pero esa misma cautela, que era una ‘rara avis’ en el sector, ahora parece que se ha extendido.

Por su parte, Mercedes que tenía intención de que los eléctricos e híbridos alcanzaran el 50% de su producción en 2025, ha anunciado recientemente su intención de retrasar dicho logro a 2030. General Motors comunicó a finales de 2023 su intención de ralentizar la producción de vehículos eléctricos y Ford lo hizo a primeros de este año. Incluso, Tesla, buque insignia de la movilidad eléctrica y líder de ventas en Europa, ha anunciado una bajada de producción para 2024. Además, la dirección ha reducido el 10% de la plantilla.

¿Estos anuncios de los fabrican-tes suponen que estamos ante una crisis del coche eléctrico? Si no es una crisis, ¿a qué se debe este parón industrial? La Agencia Internacional de la Energía afir-ma que las ventas de coches eléctricos han aumentado en el primer trimestre del año un 25%. Un incremento similar al de 2022. En España un informe de marzo de la patronal nacional de fabricantes (ANFAC) afirma que los vehículos electrificados retro-cedieron su producción un 25,6% debido a la caída de la demanda en Europa.

La cuota de mercado de los vehículos electrificados fue en los dos primeros meses del 9,5%, unos 4,4 puntos menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente. En Alemania el fin de las subvenciones al eléctrico han supuesto una caída de las ventas del 8% en un solo trimestre. “Está pasando algo que era esperable. Desde la administración europea se ha intentado imponer una tecnología, pero sin tener clara las inversiones que necesitas en infraestructuras, sin dotarlo de medios y sin que el usuario termine de asimilar y entender el cambio. Muchos coches son caros y aún no hay claridad sobre si puedes afrontar o no un trayecto largo. Además, hay una competencia brutal de China y un cambio de paradigma. Los chicos de ahora ya no ven necesario tener coche, su movilidad se basa en BlaBlaCar o en ir en bus o en tren… Yo siempre digo que el futuro de movilidad es ecléctica, no eléctrica, porque dependerá de cada persona y de cada necesidad. Para una persona que hace 6 km al día no se necesita lo mismo que para una que realiza entre 80-100 km diarios; para estos últimos es mejor optar por un térmico de alta eficiencia”, afirma Antonio García, investigador del Instituto CMT-Motores Térmicos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). “La incertidumbre de las empresas automotrices y las administraciones públicas sobre la configuración futura del sector debido a la gran variedad de tecnologías emergentes, como la del vehículo autónomo, y la consecuente reticencia de las administraciones a avanzar más rápidamente en la planificación urbana y la instalación de puestos de recarga, son dos de los factores que influyen en la ralentización del vehículo eléctrico”, comenta Bertha Vallejo, investigadora visitante del Instituto Ingenio, centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el CSIC.

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