La insatisfacción del cambio.

wilfredO pacherreS garciA.

Modificado 28/04/2020

Es un hecho que el sistema educativo va y debe cambiar. Esta es una preocupación de padres y docentes pero ya no debemos “llorar sobre leche derramada”, sino debemos contribuir con propuestas y ayudar a enrumbar la educación de nuestros hijos.

Para los padres es injusto y se les facilita el trabajo a los profesores porque no hacen nada desde sus casas. Para los profesores mejor es suspender el año, porque es más trabajo el que se debe hacer y no hay los recursos necesarios.

En este pequeño comentario voy a abordar las dos perspectivas tanto como padre y como docente, pues soy los dos.

En primer lugar, se describe brevemente el panorama. La educación peruana tiene dos escenarios, el estatal y el privado. El primero, como todos sabemos, tiene serias deficiencias como son acceso a internet y recursos digitales, llámese PC. El segundo, lo tienen, pero consideran que no es justo el beneficio costo.

Para la educación estatal, el gobierno está velando y sostiene que está destinando recursos para que la tecnología llegue a los lugares más necesitados y puedan seguir sus clases virtuales, para esto ha autorizado la compra de tabletas con acceso a internet y los jóvenes estudiantes puedan acceder a sus clases virtuales. También ha lanzado el programa Aprendo en casa, que se transmite por varios canales de TV nacional y radios. Llega a todos, sí llega. También un porcentaje de docentes sostienen que no van a abandonar a sus estudiantes y que harán denodados esfuerzos por salir adelante con ellos.

Para la educación privada, según ASPEC, el 90% de padres está insatisfecho con las clases virtuales (*educacionenred, 2020), dentro de este 90%, el 77% considera que deben reducirse los pagos pues los estudiantes no asisten y por tanto no gastan luz, agua, limpieza y los docentes “no hacen nada” solo repiten lo que está en las redes. Este sector cuenta con acceso a Internet y con equipos necesarios (destacamos aquí que en este grupo están hijos de docentes que enseñan en el sector público). Entonces creo que se debe repensar cómo será o como debe empezar a ser la forma de realizar la enseñanza aprendizaje.

COMO PADRE

No considero justo que mi hijo no vaya al colegio (infraestructura) y me asignen el rol de docente en casa, pues yo no tengo tiempo, estoy fuera de “onda”, no manejo las computadoras, mi hijo no me hace caso, no tengo internet, no tengo televisión, etc. En los privados. No es justo que me cobren los mismo, pues los docentes no van, mi hijo no gasta luz, agua, internet. No hacen mantenimiento al plantel, etc. Y si lo hacen virtual, en ambos casos, se dice que el profesor se la lleva fácil, no hace nada, solo habla y habla y no corrige si el estudiante desarrolla bien o no el tema y muchas otras cosas más, que tienen una justificación, pero merecen un análisis aparte.

COMO DOCENTE

El preparar una clase me demanda buscar información, para que no se repita o no esté en la red, editar el video, para esto debo hacerlo en la noche, casi madrugada, cuando no tenga mucho ruido, mis hijos duerman, los perros no ladren, nadie se cruce por la cámara, no suene el celular o, la vecina me venga a pedir azúcar.

Mejor, es ir al colegio, donde el trabajo colegiado me permite tener recursos a la mano, dispones de láminas, papelotes, la interacción con el estudiante, la ayuda de algunas madres (las que les gusta estar todo el día en el colegio), y sobre todo, terminar e irme a mi casa.

Hablo de docentes dedicados a su profesión, porque también hay docentes que no hacen nada ni presencial ni virtualmente, solo esperan fin de mes y cobrar. Que los hay, los hay.

PERO…

Como padre, debo aprender que la educación va a cambiar, va a estar en mis manos VOLVER a tomar el rol de formador EN VALORES, voy a poder corregir lo que el profesor no puede, porque lo denuncian. Voy a estar seguro de que de aquí a cinco años mi hijo va a ser una persona de bien, no va a ser un drogadicto, una persona agresora, va a saludar, va a respetar, conocer su país, aunque sea por Internet. Debo de ir gradualmente, asignarle labores de casa, que aprenda a lavar, planchar, cocinar, DEJAR EL CELULAR e integrarnos como familia, LEER al menos 30 minutos al día.

Esta es nuestra oportunidad, la que le criticamos al docente por no hacerla. Nos damos cuenta, cuanto cuesta que mi hijo ponga atención o me doy cuenta de que mi hijo tiene un potencial que no lo había notado y que el profesor/la profesora me decía.

Recién valoro el trabajo del docente y, que a partir de hoy debo apoyar.

Como docente, debo desaprender unas cosas y aprender otras, debo crear grupos con padres y explicarles la manera de que colaboren conmigo, porque ahorita, la tarea de realizar una clase virtual es agotadora, pues todo el material lo tengo almacenado en papelotes, cartulinas, muñecos, etct, que no me sirven. Debo hacer nuevo material, el trabajo colegiado debe virtualizarse, no copiar y pegar, trabajar con mi contexto, con videos que producen mis estudiantes, con experiencias que cuenten mis padres de familia. Hay tantos recursos que me serán e utilidad.Pero para lograr todo esto, debemos de pensar no en el espacio (escuela), no en el pago que hago, sino en lo que voy a hacer para que juntos fortalezcamos nuestro sistema educativo y los únicos ganadores sean nuestros hijos y las nuevas generaciones que vienen después del COVID 19.

Tenemos semanas, meses o años para digitalizar todo y poder implementarnos de herramientas y recursos. Todo suma, todo vale. A partir de hoy como padres trabajemos con nuestros hijos, inculquemos valores, amor al prójimo a la patria, hagamos cosas juntos. Dejemos de lado el selfie y grabemos el trabajo con ellos, los juegos, las compras que hacemos, las reuniones virtuales con nuestras familias y algún material de esos enviarle al docente para que lo emplee como recurso, como material de ayuda en alguno de sus cursos.

Como dijo el gran poeta peruano César Vallejo en Los nueve monstruos: “Hay, hermanos, muchísimo que hacer”.



* Recuperado de: https://noticia.educacionenred.pe/2020/04/90-padres-familia-esta-insatisfecho-clases-virtuales-colegios-privados-segun-196759.html?utm_source=eerold&utm_medium=eer 


La educación remota ha permitido que los alumnos pongan en práctica y desarrollen sus competencias en el uso de las tecnologías de la información y que los docentes muestren su compromiso y creatividad en el diseño de sus sesiones. Las dificultades que yo presenté en la educación virtual son el desconocimiento del manejo de los recursos tecnológicos, materiales didácticos, medios virtuales y la falta de implementación de nuevas estrategias de aprendizaje. Pero, nos hemos logrado adaptar a este cambio remoto y se nos hizo más fácil.

Angela Carolina Guevara Saavedra

Estudiante en Universidad César Vallejo

1 año

Los tiempos de pandemia de alguna u otra forma nos hizo adaptarnos con la virtualidad, todos aprendimos como utilizar meet, zoom, canva, etc. Estas herramientos se volvieron parte fundamental de nuestro día a día y no solamente como vendría a ser para el tiempo de ocio, sino tambien para lo académico. Nos hemos adaptado totalmente a la virtualidad, usandola a nuestro favor para aprender cada día mas.

Angeles Silupú Sullón

Estudiante de Traducción e Interpretación

1 año

La educación fue, definitivamente, uno de los ámbitos más difíciles de adaptar a la virtualidad durante el tiempo de pandemia, pues muy pocos estaban familiarizados con métodos de aprendizaje usando la tecnología. Sin embargo, tras la llegada del Covid-19, se comenzaron a utilizar aplicaciones como Zoom o Meet y de pronto, fue necesario conocer su funcionamiento. Sin duda, a los estudiantes, se nos fue complicado intentar obtener conocimientos por medios que no llamaban nuestra atención, en un ambiente al que solíamos relacionarlo con recreación y en donde teníamos a nuestra disposición cualquier tipo de distracción, y por su parte, los docentes debían tratar de hacer de la clase una reunión didáctica y participativa a pesar de su poco conocimiento tecnológico. Si bien, esto fue una brecha en el desarrollo del ámbito educativo, con el tiempo fue superándose, y tanto docentes como estudiantes, logramos adaptarnos y conocer mucho más de la tecnología, con la cual, no habría sido ni siquiera posible realizar las clases durante la pandemia. Es tiempo de dejar de quejarnos por todo y empezar a tomar acción, pues desde cualquiera que sea nuestra función en la sociedad, podemos aportar en el desarrollo educativo y nacional.  

La pandemia fue un problema global que afectó en diferentes aspectos de la vida diaria. Particularmente, en la educación, la enseñanzas de aprendizaje fueron virtualmente, para muchos de los estudiantes y docentes fue un gran cambio esta nueva modalidad , el poder adaptarse a utilizar nuevas tecnologías como el celular, a estar las 24 horas pegados a una computadora, en verificar que todos estén conectados y atentos en cada clase brindada además en la mayoría de padres de familia se vieron en la obligación de cambiar a sus hijos a un colegio estatal debido al aumento en el pago mensual de los colegios privados. Hubieron tantos problemas negativos debido a la pandemia pero también hubo acciones positivas que nos ayudaban a crecer como persona, el acercarse más a los padres, a compartir momentos de alegría. Estoy de acuerdo con el Docente Wilfredo Pacherres García en lo que relata en el artículo que tanto como padres debemos mantenernos positivos, inculcar valores a sus hijos para que un futuro desarrollen su gran potencial y destreza en cada momento de su vida, en lo que respecta al docente, el gran trabajo que realizan cada día para brindarles nuevos aprendizajes que aplicaran en un futuro cercano.

Siento como si apenas hubiera sido ayer. Un giro de 180° en muchos aspectos de nuestras vidas, y uno de ellos fue la educación. El hecho de adaptarnos a una nueva educación a distancia donde la frase “prohibido usar el celular en clase” cambió a “prohibido venir a clase. Use el celular”. A todos nos preocupaba nuestro futuro, pero no todos actuamos de la misma manera, ya que mientras unos solo se la pasaron quejándose de lo insatisfechos que estaban y lo injusto que era la situación; otros buscaron maneras de adaptarse, por ejemplo, los docentes en su gran mayoría no estaban acostumbrados a usar la tecnología ni tenían el conocimiento para el manejo de las herramientas necesarias. pero aquéllos que aman lo hacen no se quedaron de brazos cruzados y encontraron formas de brindar conocimientos. Así como también padres de familia que vieron la situación como una oportunidad de acercarse más a sus hijos, trabajar con ellos, inculcarles valores, amor al prójimo y a la patria. Es desde ese entonces que el fortalecimiento del sistema educativo ya no solo dependía de los docentes, sino que también de los padres.

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